8 bares, cafeterías y pubs emblemáticos de Edimburgo

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Una ciudad también se conoce por sus bares. Donde se reúne su gente para compartir una bebida y buena compañía. Algunos guardan curiosas historias, otros tienen un ambiente especial, los hay en los que se han escrito grandes libros… Vamos a conocer los locales más emblemáticos de Edimburgo:

1. The Last Drop

Durante años, Grassmarket era la plaza donde se ahorcaba a la gente condenada por haber realizado algún delito grave. Pese a ser castigados con la peor de las penas, se tenía un último signo de simpatía por ellos: se les invitaba a tomar lo que quisieran, invitaba el ayuntamiento.

Esto lo hacían en el bar más cercano a la horca, que no es otro que The Last Drop (que significa literalmente El último trago), un pub que a día de hoy sigue abierto y es visitado tanto por locales como turistas. En su interior tienen incluso una soga auténtica y se dice que es un sitio un poco encantado.

Pero no te preocupes, cuando permanece abierto los únicos ocupantes del local son los clientes y los camareros que, por cierto, con nosotros fueron de lo más simpáticos.

 

2. The Elephant house

Por algo muy distinto es famosa la cafetería The Elephant House. Aquí, J.K. Rowling venía a refugiarse del frío escocés y tomarse un café mientras escribía el libro que la catapultaría a la fama: Harry Potter. Esta cafetería ha sabido aprovecharse de esta fama y conserva fotos de la escritora aquí. Además, las paredes de sus baños están llenas de mensajes de fans de la saga.

Los precios más o menos son iguales que en otras cafeterías. Eso sí, si quieres pasar solo a mojetear, te piden que hagas una donación que irá destinada a una ONG. Y si te sientas cerca del escaparate, prepárate para ser fotografiado por los turistas que llegan a la puerta del local. Por cierto, detrás del bar este el Cementerio Greyfiars, de donde J.K. Rowling tomó el nombre de algunos de los personajes de la saga de Harry Potter.

 

3. The Banshee Labyrinth

El propio pub presume de ser el local más embrujado de Edimburgo. Y se sustentan en la historia del lugar que ahora ocupan: una parte del pub formaba parte de los callejones subterráneos de la ciudad mientras que la otra pertenecía a Lord Nicol Edwards, un rico hombre que no se le recuerda precisamente por su bondad y delicadeza.

Se dice que a veces aquí pasan cosas extrañas y los dueños del local han sabido sacarle partido a ello, explotando esta imagen fantasmagórica y convirtiéndolo en uno de los pubs más populares para los jóvenes. Como su nombre indica, es un auténtico laberinto, pues está formado por siete habitaciones, entre las que se incluyen una sala de cine y otra de conciertos.

The Banshee Labyrinth está en Niddry Street 29-35 y abre todos los días, los fines de semana desde las cinco de la tarde hasta las tres de la madrugada y de lunes a jueves a partir de las siete de la tarde.

 

4. Oink

Este bar no tiene ninguna historia en especial ni ha sido visitado por grandes artistas. Sin embargo, se ha convertido en parte de Edimburgo por lo deliciosos que están sus bocadillos. Hay varios establecimientos Oink y llaman la atención porque en su escaparate tienen un cerdo asado.

La oferta de este bar es limitada: bocadillos de carne de cerdo asado. No obstante, puedes combinar diferentes salsas y tamaños y te sacarán de un apuro si quieres algo rápido para comer y a buen precio. A día de hoy hay tres Oink en Edimburgo: en Victoria Street 34, Canon Gate 82 y Hanover Street 38. Por cierto, abren todos los días de 11.00 a 17.’00 (menos el de Victoria Street, que cierra a las 16.00 o, como dicen ellos, hasta que el cerdo se agote).

 

5. Deacon Brodie’s Tavern

Este pub se localiza en plena Royal Mile, concretamente su dirección es Lawnmarket 435. Su nombre es en honor a un carpintero que de día era un respetable vecino y de noche un gran ladrón. Hasta que le pillaron y le condenaron a la horca, horca que él mismo había diseñado unos años antes. Pero dice la leyenda que sobornó al verdugo para que lo diera por muerto antes de tiempo. Sin embargo, lo enterraron rápidamente, y allí murió. Aunque había gente que afirmaba haberlo visto después, por lo que nunca se supo si consiguió escapar o no de la muerte.

En realidad, el bar no tiene una relación directa con este personaje, pero eso no quita que sea un lugar emblemático de la ciudad, pues se encuentra aquí desde 1806, en el centro histórico y contando la historia de una de las personas más misteriosas que habitaron Edimburgo. Podéis ver el exterior del bar en la imagen superior de este artículo. Por cierto, podéis leer la historia de Deacon Brodie y otras leyendas europeas en este artículo: Leyendas de Europa.

 

6. The World’s End

Este icónico pub se enclava en un edificio del siglo XVI, así que ya por eso guarda bastante historia. Pero es que además está junto al punto de la muralla que resguardaba el casco histórico de Edimburgo y que se conocía como The World’s End, el Fin del Mundo, pues mucha gente no sabía qué había más allá, por lo que probablemente era el fin del mundo.

Concretamente, la puerta de acceso que aquí había se llamaba Netherbow Port y, aunque no se conserva, en los adoquines frente al pub verás unas placas doradas que señalan dónde se encontraba. The World’s End está en la High Street 2-8 y permanece abierto todos los día desde las once de la mañana hasta la una de la madrugada.

 

7. Stramash

Hora de ir a la iglesia, pero no para rezar o asistir a una misa, sino para tomarse una buena pinta de cerveza. Stramash es un pub de Edimburgo que se emplaza en una antigua iglesia del siglo XIX. Por fuera la fachada se conserva tal y como era la iglesia, pero por dentro los aires de templo se desvanecen para dejar paso al típico pub escocés.

Stramash está en Cowgate 207 y lo bueno de este lugar es que suele haber música en directo. Abre todos los días, los fines de semana de 12.30 a 03.00 y de lunes a jueves de 18.00 a 03.00, así que acoge a cualquiera que quiera salir de fiesta sea el día de la semana que sea.

 

8. The Standing Order

Aparte de tener una oferta variada de comida a buen precio, lo que llama la atención de este restaurante es su emplazamiento, y es que este edificio antes era un banco. Este restaurante está en George Street 62 y aunque su fachada y decoración den la sensación de ser un restaurante caro, nada más alejado de la realidad.

El sitio es ideal para descansar y comer tranquilamente. En principio, hay que ir a la barra a pedir al comida. Sin embargo, cuentan con una aplicación (llamada The Wetherspoon, el nombre de la cadena que regenta este bar) que puedes descargar en tu móvil. Desde ella eliges tu comida, la pagas, indicas tu número de mesa y la comida vendrá sin haberte tenido que mover de la silla.

 

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