Oporto es una preciosa ciudad a la que merece la pena hacer una escapada. Además de pasear por sus calles y conocer sus principales atractivos, hay algunas experiencias diferentes que no podrías disfrutar en otros destino. Por eso, en este artículo te hablo de las actividades que puedes hacer en Oporto para que tu viaje sea completo e inolvidable.
1. Una cata de vino
Seguro que has oído hablar del vino de Oporto pero, ¿lo has probado? ¡Ni se te ocurra irte de la ciudad sin hacerlo! Este vino tiene sus orígenes en el s. XVII. Generalmente es un vino dulce y bastante fuerte, aunque hay una gran variedad de tipos.
Las bodegas de Oporto se concentran al otro lado del río del casco antiguo de la ciudad, en la zona conocida como Vila Nova de Gaia. Hay muchas bodegas entre las que elegir y la mayoría de ella ofrecen visitas guiadas y catas. Las más populares son Sandeman, Real Companhia Velha, Taylor’s, Calem y Croft (que es la más antigua).
Puedes reservar una experiencia enoturística a través de Civitatis. El Tour de vinos + visita a la bodega Croft cuesta 29€, la visita a la bodega Real Companhia Velha + tren turístico son 10€ y el tour de vinos en la bodega Sandeman, 27€. Estas actividades duran entre 1 hora 45 minutos y 3 horas, dependiendo de la que elijas.
2. Tomarte un café con las mejores vistas
¿A quién no le gusta disfrutar de las mejores vistas de una ciudad? Y si es con un café o nuestra bebida favorita, mejor que mejor. En Oporto, una de las vistas más especiales las tendrás desde la terraza del Hotel Dom Henrique, que es el edificio más alto de la ciudad.
Este hotel se ubica en la calle Guedes de Azevedo, 179 y, aunque no te alojes en él, puedes entrar y subir a través del ascensor a la planta 17, donde su ubica su bar con terraza en el que tomarte algo mientras observas las maravillosas vistas que ofrece. Abre todos los días desde las doce del medio día hasta las dos de la madrugada.
3. Pasear en barco por el río
Las ciudades construidas en torno a un río tienen un encanto especial y Oporto no es menos. Desde las dos orillas del río Duero tendrás unas panorámicas preciosas de las diferentes partes de la ciudad. Asimismo, una actividad ideal es la de dar un paseo en barco por el río.
Los barcos que realizan esta actividad son de madera y se llaman rabelos, que son las embarcaciones típicas con las que antes se transportaban las barricas de vino. Cruzan los seis puentes que atraviesan Oporto y hay dos opciones: hacer el crucero desde el muelle de Ribeira o comenzarlo en Vila Nova de Gaia (los dos lados de la ciudad).
4. Asistir a un concierto de fado
La música forma parte de la cultura de cada lugar, nos acerca más al destino que visitamos y consigue que nos emocionemos. El estilo de música más destacado de la cultura portuguesa es el Fado, una música llena de sentimientos y nostalgia. Desde 2011, está declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Una buena forma de conocer el Fado y emocionarse con él es asistiendo a un concierto de música. Puedes optar por un espectáculo de Fado en la Casa da Guitarra o unir la primera actividad de la que hablaba con esta con el espectáculo de Fado en las bodegas Cálem.
5. Desayunar unos pasteles de Belem
El vino no es lo único sabroso que puedes degustar en Oporto, y es que la gastronomía portuguesa es deliciosa. Sobre todo en cuanto a dulces se refiere, algo ideal para los más golosos como yo. Entre los diferentes dulces que tienes que probar destacan los pasteles de Belem, pero te hablo de otros platos típicos en este otro artículo.
A lo largo de la ciudad te encontrarás con numerosas cafeterías y confiterías que te reclaman con sus vistosos escaparates de dulces. Afortunadamente, son bastante económicos y, con las cuestas que tiene Oporto, seguro que acabas quemándolos, ¡así que no te cortes!