Los árabes la llamaron Alarcón, o para nosotros, la fortaleza. En este pueblo situado en la provincia de Cuenca te transportarás a otra época, visitando los castillos de alrededor y paseando por sus silenciosas calles.
No te preocupes, aquí el tiempo se detiene. Así que no dudes en parar el coche en el primer castillo de la entrada y observar las maravillosas vistas que ofrece este paraje.
El consejo más importante para visitar Alarcón: ropa cómoda y calzado deportivo. Si quieres recorrerte todos sus castillos y pasear por la orilla del río, lo necesitarás.
En este pueblo reina la tranquilidad y el silencio. Te sorprenderá ver edificios como éste entre las estrechas calles.
Aunque los siglos han pasado a través de ellos, todavía puedes observar pequeños detalles en los castillos y fortalezas que rodean Alarcón, como estas escaleras que conducían a una de las torres.
En Alarcón encontrarás varios bares y restaurantes, así como un precioso Parador cargado de historia en el que podrás alojarte. Desconecta el móvil, y que sólo marque la hora el reloj del ayuntamiento.