Granada es una de las ciudades más bonitas de España. El espíritu de Al-Ándalus nunca ha desaparecido y prueba de ello es su preciada Alhambra. Si vas a pasar unos días aquí, hay muchas cosas que no te puedes perder. Las más importantes las puedes ver haciendo clic aquí.
No obstante, también es una ciudad en la que hay tiempo para relajarse. Y qué mejor forma de llevarlo a cabo que como lo hacían siglos atrás: en unos baños árabes. Por ello, para ponerle el broche final a mi experiencia en esta ciudad, decidí probar los baños Hammam Al Ándalus.
Pasar por ellos fue una gran experiencia de la que es imposible arrepentirse. Lo que más me llamó la atención, es que sentí que me estaba bañando en la Alhambra durante su época de esplendor.
Tiene un buen número de piscinas, todas ellas iluminadas por velas que les dan un ambiente más único. Entre todas, la que más me gustó fue la de agua caliente, en la que me podría haber pasado toda la mañana.
Allá donde vas, son los pequeños detalles los que te conquistan. En este caso, entre baño y baño, puedes tomarte un dulce té sin ningún coste extra. Es difícil resistirse a hacer una pequeña pausa para probarlo. Por otro lado, puedes aprovechar la ocasión para darte un masaje o vivir en primera persona un ritual Al Ándalus.
En algunos balnearios y spas la higiene no es del todo como nos gustaría. En este caso, tanto los vestuarios como los baños están impolutos. Además, cuando llega el momento de irse, no echas nada en falta, está todo a tu alcance: ducha, secador, colonia, crema…
La verdad es que salí flotando, es una experiencia que repetiré siempre que pueda. Si queréis probarlo por vosotros mismos, podéis entrar desde aquí a la web de Hammam Al Ándalus. Además de Granada, tienen instalaciones en Córdoba, Málaga y Madrid.