Los lugares que nos transmiten algo especial son los que más se quedan en nuestra memoria y nuestro corazón tras un viaje. Y eso mismo me ha pasado con Cong Forest o el Bosque de Cong, un paraje natural con rincones llenos de encanto que puedes visitar en el oeste de Irlanda.
En nuestro segundo día de recorrido en camper por el oeste de Irlanda, terminamos la jornada visitando Cong. Cong es un pueblo de tan solo 145 habitantes que se encuentra en el condado de Mayo, a 110 km de los Acantilados de Moher y 43 km de Galway.
Por lo que más popular es este pueblecito es por la película que aquí se rodo: The Quiet Man o El hombre tranquilo, un film de 1952 del director John Ford y protagonizado por John Wayne y Maureen O’Hara. Las pequeñas casitas de este pueblo tienen toda la esencia del medio rural irlandés.
No obstante, lo que nos sorprendió por completo es el bosque que hay junto a la población y que se conoce como Cong Forest. Inicialmente, pertenecía a la finca de Ashford, propiedad de la familia Guinness (sí, la de la cerveza) hasta 1939. Este paraje está muy ligado a la Abadía de Cong, que se sitúa a las afueras del pueblo.
Esta abadía data del s. XII. Cabe destacar que en 1198 murió y fue enterrado en ella el último rey de Irlanda, Rory O’Connor, aunque sus restos fueron finalmente trasladados a otra abadía. Actualmente en ruinas, en esta abadía llegaron a vivir 3.000 personas.
Qué ver en Cong Forest: un bosque lleno de historia
Alejándonos unos pocos metros de la abadía y cruzando un pequeño puente, llegamos a Cong Forest. El primer sitio que nos encontramos fue uno de los que más nos gustó: la casa de pesca de los monjes o The Monk’s Fishing House. Esta casita fue construida en una plataforma sobre el río.
Esta construcción data de los s. XV-XVI y aún se conserva bastante bien. Aquí los monjes meditaban, rezaban y también pescaban a través de una trampilla que había en el suelo. Además, tenía una chimenea para no pasar frío. Eso sí, no tenía tejado.
Se dice que un hilo de pesca colgaba desde este lugar hasta las cocinas de la abadía, donde había atada una campana. Si movían la cuerda y hacían sonar la campana, significaba que habían pescado y que por lo tanto ese día se cocinarían esos peces.
Si seguimos hacia delante y cruzamos el río Cong a través de un elegante puente, entramos por completo al bosque. Desde aquí parte un sendero de 2-3 km (llamado Cong nature trail) en el que sumergirnos entre la vegetación de este tranquilo bosque que emana paz a través del canto de los pájaros. También podemos hacer una ruta de 12 km ida y vuelta hasta el pueblo de Clonbur (tenéis más información en la web de Coillte, la empresa forestal encargada de gestionar el lugar).
Nosotros fuimos al final del día, por lo que desgraciadamente no pudimos seguir ningún sendero. Eso sí, nos tomamos nuestro tiempo paseando por las inmediaciones y empapándonos de la calma del lugar. Allí, rodeados de grandes eucaliptos y el murmullo del río, sentimos como si el tiempo se hubiera detenido.
En el bosque se pueden observar unas curiosas cuevas que, si bien nosotros ya no pudimos ver, sin duda buscaremos cuando tengamos ocasión de volver. Destacan Teach Allie, posiblemente utilizada por los monjes como nevera o despensa, y Pigeon Hole Cave, a la que se puede acceder a través de unas escaleras de piedra. En ella, hay un río subterráneo que conecta las aguas de Lough Mask con las de Lough Corrib, dos grandes lagos.
Otros lugares interesantes de Cong Forest son los viaductos o la torre de Guinness, una construcción en la que de un momento a otro parece que vaya a aparecer Rapunzel. Esta torre fue construida en 1864 y tiene una altura de 20 metros.
Dónde comer en Cong
Nosotros estuvimos en Cong hasta el anochecer, así que nos quedamos allí a cenar. Lo hicimos en el restaurante The Crowest Nest Pub, ubicado en Main street, a muy pocos metros frente a Pat Cohan’s Gastro Pub, una de las localizaciones de la película El hombre tranquilo más destacadas.
Aquí pedimos fish and chips y pato. Los precios estaban bastante bien y por lo que vimos algunos días hay música en directo. Además, cuenta con su propio hotel. Como nosotros íbamos en camper, pasamos la noche en el Cong Camping, Caravan & Glamping Park.
Si pasáis por esta zona del oeste de Irlanda, os recomiendo encarecidamente que visitéis Cong Forest. Así podréis experimentar por vosotros mismos la atmósfera especial que se respira en este sitio y los curiosos lugares que aquí se encuentran.