El triunfo de Mozart en Praga

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Varios son los grandes personajes ilustres que durante la historia han pasado por Praga. Y, como parece ser, esta ciudad les ha dado bastante buena suerte y siempre les ha recibido con los brazos abiertos. Un caso muy destacado es el de Wolfgang Amadeus Mozart, uno de los grandes compositores de todos los tiempos, que vio en Praga cómo su talento era reconocido.

Aunque a día de hoy Mozart sea considerado un genio, durante su vida no siempre fue tratado como tal. En 1786 estrenó en Viena la ópera Las bodas de Fígaro, que apenas gustó y se quitó pronto de la programación. Pero, ¿qué paso en Praga? Aquí esta ópera fue todo un éxito, lo que llevó a que Mozart fuera invitado a la ciudad para dirigirla en persona.

Una vez allí, Mozart, acostumbrado a no ser siempre entendido y viendo lo que les gustaba esta ópera a los asistentes, dijo las siguientes palabras: Meine Prager verstehen mich, que viene a significar Mis praguenses me entienden, una frase que a día de hoy todos los habitantes de Praga repiten con orgullo.

Tras esto, debido a su gran éxito, se le encargó a Mozart una ópera para que la estrenara en la capital checa. El 11 de enero de 1787 dirigió y estrenó en el Teatro Estatal la ópera Don Giovanni. Aquella noche los aplausos no dejaron de sonar durante un buen rato.

Si quieres visitar este teatro, lo encontrarás en pleno casco antiguo, concretamente en la calle Železná. A día de hoy lo verás prácticamente como en aquella época y en él se interpretan varias óperas de este compositor prácticamente todas las semanas. En la entrada del teatro encontrarás una misteriosa escultura de un personaje de Don Giovanni llamado El Comendador. Está elaborada por la artista checa Anna Chromý.

Una parte de esta ópera la compuso durante su estancia en la ciudad, concretamente en Bertramka, una villa en la que convivió con el matrimonio Dušek, del que terminó siendo un buen amigo. Es por eso que en la actualidad aquí también se interpretan diferentes obras de Mozart. También vivió durante una época en la casa del conde Jan Pachta, para quién compuso la obra Seis danzas alemanas.

No obstante, no creas que esta ópera fue la única aportación que Mozart hizo a la música clásica en Praga. También en enero de 1787 estrenó aquí su Sinfonía nº 38, conocida como La Praga.

Mozart visitó varias veces más la ciudad. La última vez fue en septiembre de 1791, cuando estrenó la ópera La Clemenza di Tito durante la coronación de Leopoldo II de Austria. Parece ser que en esta ocasión se le vio al compositor bastante desmejorado, pues, desgraciadamente, falleció en diciembre de ese mismo año con tan solo 35 años.

Es sabido por muchos que el entierro de Mozart en Viena fue seguido por muy pocas personas e incluso se enterró en una especie de fosa común. Sin embargo, el duelo por su muerte en Praga fue bastante mayor, tanto que nueve días después de su fallecimiento, el 14 de diciembre, se realizó una misa en su honor en la Iglesia de San Nicolás de Malá Strana. Durante ella hubo una gran asistencia (se dice que durante alguna de sus visitas, Mozart tocó el órgano de esta iglesia).

Como curiosidad, la historia de la familia de Mozart con República Checa no termina aquí, ya que su hijo más pequeño visitó Karlovy Vary dos veces por problemas de salud. Franz Xaver Wolfgang Mozart falleció en esta población checa y aquí permanece enterrado (aunque bajo el nombre de Wolfgang Amadeus Mozart, pues así parece que lo llamaba su madre tras la muerte de su marido). Puedes conocer más de este lugar en este artículo: Karlovy Vary y sus aguas curativas.

 

Como ves, el triunfo de Mozart en Praga fue muy destacado y su historia llega hasta nuestros días. Si quieres aprovechar tu visita a la ciudad para conocer los lugares por los que pasó el gran compositor, te recuerdo que tienes que visitar el Teatro Estatal, la Iglesia de San Nicolás de Malá Strana y Villa Bertramka.

 

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