No has llegado de tu último viaje y ya estás pensando en el siguiente. Casi de forma inconsciente te pones a buscar en el ordenador vuelos baratos a donde sea y tus amigos se quejan de que siempre estás de un lugar para otro. ¿Te suena? Entonces es que eres un adicto a los viajes y, como yo, vives en una burbuja.
No me malinterpretes. No te estoy diciendo que no conoces la realidad o que vives aislado del resto del mundo, nada más alejado de la realidad. La burbuja de la que te hablo es muy distinta. Desde hace años, cuando viajo a un nuevo destino me siento libre, feliz, lejos de los problemas. Curiosamente, me siento cómoda rodeada de gente extraña y escuchando idiomas que no entiendo.
Sin embargo, cuando estoy de vuelta, conforme pasa el tiempo y estoy en plena rutina, empiezo a notar como si el aire se me estuviera acabando. No paro de soñar con el próximo viaje. Siento que necesito salir del lugar en el que estoy, que estoy encerrada en una celda invisible.
Por eso, desde hace un tiempo, he llegado a la conclusión de que los adictos a los viajes vivimos en una burbuja. Cuando viajamos, esta burbuja se expande, se hace gigante, tanto que parece desaparecer. Sin embargo, cuanto más tiempo estamos sin visitar un nuevo destino, la burbuja va encogiendo, hasta que nos aprieta, nos deja sin oxígeno ni fuerzas, nos hace pedir a gritos un nuevo viaje.
Sí, hay personas adictas a los viajes. Y dicen que las adicciones no son buenas. Sin embargo, yo a ésta solo le veo aspectos positivos. Cuanto más viajo, más crezco, más rica soy (y no de dinero, sino de lo importante). En definitiva, más feliz soy. Hola, me llamo Eva y soy adicta a los viajes. ¿Y tú?
2 comentarios
¡Cómo te entiendo! Y eso que no puedo viajar todo lo que desearía, ni por asomo… pero siempre tengo en la cabeza destinos, imágenes, lugares… mirando y descubriendo viajes soñados en otros blogs. Pero no con envidia, sino como otra manera de viajar y recopilar información. Porque si no viajo, sueño con hacerlo.
Las circunstancias hacen que mis destinos sean nacionales y aún así descubro lugares sorprendentes y mi lista es infinita.
Un saludo, Eva.
Te entiendo perfectamente, aunque no podamos viajar, siempre lo estamos haciendo con la mente, soñando con el próximo destino, esté cerca o lejos.
¡Un saludo!
Eva