Que la bebida por excelencia de Praga es la cerveza es un hecho indiscutible. Sin embargo, en más de una ocasión nos apetecerá sentarnos a disfrutar de un buen café caliente para entrar en calor, descansar o simplemente comernos un dulce. Vamos a conocer las cinco cafeterías más bonitas y originales de la capital checa.
Antes de entrar a las cafeterías, os cuento que en Praga los cafés y dulces se pueden considerar caros comparado con otros productos como la cerveza, aunque no es un precio para nada excesivo (un café ronda los 2€). No obstante, en parte es porque cuidan hasta el más mínimo detalle, son cafés sabrosos y de calidad. Además, en muchos sitios te lo ponen acompañado de un pequeño vaso de agua, una idea que no había visto hasta entonces pero que es bastante útil. Ahora sí, vamos a disfrutar de los mejores cafés y chocolates:
Café Louvre
Sólo con decirte que por esta cafetería pasaron Albert Einstein y Franz Kafka, te puedes hacer una idea de lo especial que es, ya que este lugar cuenta con más de 100 años de historia.
A día de hoy, tiene una zona para fumadores y otra para no fumadores, además de un comedor y una sala de billar. Parecerá que has ido atrás en el tiempo, ya que su estilo recuerda a las cafeterías parisinas de los años 20 y tienen reliquias de auténtico valor.
El trato de los camareros es muy cordial y te harán sentir especial. Aunque con todo este lujo parezca que el café te va a costar un ojo de la cara, nada más lejos de la realidad, ya que los precios son comparables al del resto de cafeterías de la ciudad.
Para que os hagáis una idea, un capuccino cuesta 55 coronas (alrededor de 2€), al igual que un chocolate caliente. Os recomiendo la tarta Large Chocolate Cake, ¡está para chuparse los dedos!
El Café Louvre se encuentra en la Avenida Nacional n. 22, en la misma calle que el Teatro Nacional. No es una planta baja, sino que se encuentra en el primer piso, por lo que tendréis que entrar al edificio y subir unas escaleras (está bastante indicado).
Alfredo Caffé
Perfecta si te encuentras por el centro del casco antiguo, ya que está en la esquina de la calle Havelská, junto al Mercado con el mismo nombre.
Es un local pequeñito y acogedor, y sus dueños son bastante simpáticos. Disponen de buena oferta tanto de bebidas como de dulces, destacando sus tartas caseras. Además, tienen WiFi a disposición de los clientes.
Bakeshop
Si vas con hambre y te apetece una buena merendola te recomiendo esta opción. Bakeshop se localiza en el barrio judío, concretamente en la calle Kozí, 1.
Tartas, galletas, magdalenas… todo tiene una pinta muy apetecible. Además, si eres más de salado tienes otras alternativas como sandwiches o ensaladas. También tienes la opción de pedir cualquier cosa para llevar, incluso de comprar una barra de pan, ya que no deja de ser una panadería.
La estética del local también es bastante original, sencilla pero elegante, sin perder la esencia del barrio judío de esta ciudad.
Kolonáda Café & Shop
En este caso cruzamos el río y nos vamos a Malá Strana, pues esta cafetería está en la calle Cihelná 2B, aunque también tiene entrada por la placita donde está el Museo de Franz Kafka.
Lo interesante de esta cafetería es que pertenece a la marca Kolonada, la empresa más famosa de Chequia en cuanto a la elaboración de uno de sus productos típicos: una especie de obleas elaboradas en el balneario Mariánské Lázně, ubicado en Karlovy Vary, pueblo famoso por sus aguas terapéuticas.
Por eso mismo, aquí tendréis la oportunidad de probar y comprar las distintas variedades de este producto (con chocolate, avellanas, etc.), además de, cómo no, tomaros un buen café. El local es bastante pequeño y tranquilo.
Pražska Čokoládová Manufaktura
Esta última opción la he reservado para los que, como yo, son unos enamorados del chocolate. Esta establecimiento está especializado en este delicioso alimento y dispone de tienda para que te lleves a casa todo el dulce que quieras.
Asimismo, como cualquier cafetería, tiene una buena oferta de bebidas. El decorado de este local es el más moderno de todos los que hemos hablado. Si te interesa esta opción, la encontrarás en la calle Michalská 970/20, a menos de 250 m de la Plaza de la Ciudad Vieja.
6 comentarios
A nosotros también nos gusta visitar los cafés (y las cervecerías jeje) sobre todo en centroeuropa que te lo puedes tomar con una tarta riquísima!! Creo que no visitamos ninguno de los que hablas en el post, ¡ninguno de los 5! Eso no puede ser, así que me guardo esta información como oro en paño!!
Así ya tenéis excusa para volver a Praga, y así de pasó volver a beberse alguna cerveza, que no todo va a ser café 😛
¡Un saludo!
Eva
El Café Louvre es impepinable por lo que leo 🙂 Solo por lo que se habrá debatido allí ya vale la pena ir.
El resto no los conocía, pero como sabes yo buscaba esa parte nostálgica de los cafés checos. Me apunto el último, de nombre impronunciable, porque yo también soy una viciada del chocolate.
Un abrazo,
Marina
Pocos nombres checos son fáciles de pronunciar ? Ya ves, ojalá poder ir a tomarse algo con Kafka y Einstein al Café Louvre.
¡Un abrazo!
Eva
Y el café de La migliore offerta? en Praga? filme de Giuseppe Tornatore. No figura. Por qué?
Hola, Grabriel. Por lo que tengo entendido ese café no existe, el lugar que aparece en la película es en realidad un restaurante.