El 2019 llega a su fin, por lo que es un buen momento para echar la vista atrás y recordar los viajes y escapadas que hemos hecho este año. En mi caso, he estado en tres países distintos, pero ninguno nuevo para mí. También he vuelto a zonas de España que ya había visitado pero que necesitaba conocer mejor. Por eso, este ha sido el año de los redescubrimientos.
El primer viaje de 2019 fue en enero a Escocia. Ya había estado en Reino Unido, pero tan solo en Londres, esta zona me era completamente desconocida. La verdad es que fui sin muchas expectativas, abierta a lo que me pudiera encontrar… Y Escocia me encantó.
Aunque no fue demasiado el tiempo que le pude dedicar, pude conocer bastante bien su capital, Edimburgo, así como hacer una excursión de un día para llegar hasta el famoso Lago Ness y apreciar los paisajes nevados de las Highlands. Antes de irme yo ya lo tenia claro: Escocia se merece un segundo viaje más extenso.
En marzo fue el primer viaje dentro de España para conocer una zona que apenas había pisado: Castilla y León. Durante cuatro días pude conocer grandes ciudades como Burgos, León y Valladolid, así como pequeños rincones que me sorprendieron gratamente, como Castrillo de los Polvazares, que recientemente ha comenzado a formar parte de Los pueblos más bonitos de España.
Tras Castilla y León llegó el País Vasco, que recorrí en Pascuas con mi familia. De esta zona tan solo conocía San Sebastían y los alrededores, y tenía muchas ganas de volver. Euskadi no defraudó: volví maravillada con sus paisajes, su cultura y su gastronomía.
En junio nos fuimos un fin de semana con nuestros amigos de A mamá le gusta viajar para conocer un poco mejor Castellón, provincia que pese a tener cerca cuenta con varios rincones que aún tenía pendiente. Al que más ganas le tenía era a Fanzara, un pequeño pueblo convertido en todo un referente del arte urbano. Sin duda, volveré a él para ver cómo evolucionan los graffiti en sus calles.
A finales del mismo mes emprendí el viaje más largo de este año: me fui a Alemania a estudiar alemán durante dos semanas. Lo hice de la mano de Sprachcaffe y estuve viviendo una semana en Frankfurt y otra en Múnich. Fue una experiencia realmente enriquecedora que me permitió mejorar mi alemán, conocer gente de todo el mundo y explorar varias partes de Alemania.
Durante julio viajé con la música. En primer lugar, con el Pirata Rock, festival que celebró en Gandia (Valencia) su tercera edición. Asimismo, fuimos a la Vall d’Uixó a sumergirnos en sus profundas cuevas y disfrutar en su interior de un precioso concierto acústico a través del proyecto Singin’ in the cave.
Comencé agosto volviendo a Barcelona, una ciudad que apenas había conocido durante unas horas y que me dejó un sabor agridulce. Por suerte, este fin de semana me sirvió para cambiar de opinión y quedar totalmente encantada con la ciudad, sus edificios modernistas y sus barrios más históricos.
En septiembre, tras una escapada de fin de semana para conocer Villajoyosa y alrededores, viajamos en pareja a la Toscana. Estuvimos 10 días recorriendo en coche esta preciosa zona de Italia, comenzando con Florencia, ciudad a la que le tenía muchas ganas y que para nada me decepcionó.
Seguimos saliéndonos durante un par de días de la Toscana para conocer Cinque Terre, y después proseguimos conociendo el Valle del Chianti, Siena y el Val d’Orcia. Los paisajes y las zonas naturales de esta región son una maravilla. Incluso descubrimos algunos lugares realmente llamativos, como el Bagni San Filippo.
Aprovechando unos días festivos, nos fuimos en noviembre a la ciudad de Murcia, pues todavía no conocíamos la capital de esta región. También aprovechamos para conocer una de sus poblaciones vecinas más populares: Cartagena, donde destaca el Teatro Romano.
Y para terminar, justo antes de la Navidad nos fuimos a conocer la ciudad de Sevilla. Había oído hablar muy bien de ella y tenía miedo de que las expectativas fueran demasiado altas, pero no fue así. Sevilla me ha parecido una ciudad encantadora, en la que me ha sorprendido sobre todo su Real Alcázar.
Como os he dicho al principio, ya había estado en Italia, Reino Unido y Alemania. Sin embargo, los lugares que he conocido no tenían nada que ver con las zonas que ya había visitado. Del mismo modo, he repetido destinos dentro de España y he conocido otros que todavía tenía pendientes.
Con esto, confirmo lo que siempre defiendo: no importa la cifra de países visitados, esto no es una competición. Importan las experiencias, la riqueza de cada viaje, el valor de cada lugar. Del mismo modo, en nuestro propio país tenemos cientos de rincones que merece la pena visitar, no siempre hay que viajar a miles de kilómetros. ¡Por un 2020 lleno de viajes!
4 comentarios
Me ha encantado el resumen y el mensaje. No importa la cantidad, si no todo el provecho que le sacamos a un lugar ❤️ Me encantó la escapada al País Vasco!!
¡Muchas gracias Ian! El País Vasco es fascinante, no me importaría volver cada año.
¡Un saludo!
Eva
Nos ha encantado! Que lugares tan bonitos y qué buenos recuerdos
¡Muchas gracias! Así es, de cada lugar quedan recuerdos preciosos.
¡Un saludo!
Eva