La Comunitat Valenciana es tierra de festivales y más durante la primavera y el verano. Desde hace poco, Gandia ya cuenta con su propio festival estival que, con sus tres ediciones producidas, ya parece completamente consolidado. En este artículo, os hablo de cómo fue el festival Pirata Rock, celebrado entre el 18 y el 20 de julio de 2019.
1. El rock como protagonista
No es ninguna sorpresa que el protagonista de este festival de música haya sido el rock. Como probablemente sepas, el rock es un género que engloba muchísimos subestilos y gran parte de ellos pudieron escucharse en el Pirata Rock. Y es que los más puristas, si los sacas del rock duro, te dicen que ya no deberían tener cabida en el festival, pero creo que ya hay otros festivales lo suficientemente especializados en cada subestilo; para mí, en la variedad está el gusto.
Más en un festival con tantas horas por delante: el Pirata Rock ha durado tres días y permanecía abierto de 19.00 a 07.00. Tres escenarios con casi doce horas de música ininterrumpida en los que han tenido cabida más de cuarenta grupos y artistas.
La verdad es que ha sido de los festivales en los que más grupos conocía y tenía ganas de ver. Hasta ahora, solía ir a estos eventos por tres o cuatro grupos y la gran mayoría no los conocía demasiado bien o no me llamaban la atención. Sin embargo, en esta edición del Pirata Rock me he pasado yendo de escenario en escenario con el tiempo justo para cenar por no querer perderme a todos los artistas que me gustaban.
2. Más allá del rock
Aunque en su propio nombre lo lleva implícito, en el Pirata Rock ha habido mucho más que rock. Este ha sido el eje principal, pero ha dejado espacio para otros géneros como el rap o el indie. Para mí esto es algo positivo, me gusta que haya variedad en un festival aunque esté focalizado en un género en especial y es que, al menos en mi caso, aunque me encanta el rock, también me gustan otros estilos y se agradece disponer de variedad.
Entre los diferentes grupos y artistas que sonaron en el Pirata Rock pese a no considerarse estrictamente rock, estuvieron Dorian, Macaco, Ayax y Prok, Nathy Peluso, Kaze, Rozalén… como veis artistas muy diferentes pero que no llegaban a discordar entre los más de cuarenta grupos que tocaron.
No obstante, la artista que más desentonó en estilo fue sin duda Lola Índigo. Es una de las sensaciones a día de hoy y atrae a mucho público, pero no terminaba de pegar en el festival. Su espectáculo, que se centra en el baile y deja en un segundo plano otros puntos, creo que pega más en otro tipo de festivales como el Arenal Sound. Aún así, su show estuvo a reventar de gente, y es que por mucho que no te vaya su estilo, es imposible que nunca hayas cantado su éxito Ya no quiero na.
Las mejores actuaciones del Pirata Rock 2019 (según mi opinión):
· La M.O.D.A
· Narco
· Boikot
· Mafalda
· Itaca Band
· Macaco
3. Mis primeras veces
Algunos de los grupos que pude disfrutar ya los había visto antes, obviamente porque los sigo de cerca y en cuanto he tenido oportunidad de verlos en directo lo he hecho. Entre ellos estaban Mafalda, El Canijo de Jerez, Desakato, Rozalén…
Sin embargo, tuve la suerte de que este sería el festival en el que vería por primera vez a unos cuantos grupos que llevo bastante tiempo escuchando y sin embargo aún no había tenido la oportunidad de verlos en directo. Para mí, las primeras veces que más esperaba en el Pirata Rock han sido Itaca Band, la M.O.D.A, Talco y Zoo.
En cuanto a descubrimientos, precisamente la primera actuación que vi era de una artista que no conocía y que me causó muy buena impresión: Suu. Me encantó el buen royo y la energía que transmitía y a partir de ahora ya forma parte de mi lista de reproducción. Asimismo, aunque más de un rockero me va a odiar por esto, no conocía demasiado bien a Narco, y he de decir que me encantó su actuación y me picó el gusanillo para escucharlos más a menudo.
4. No hay rock sin lucha
En los festivales de rock siempre se suelen oír reivindicaciones. Es un estilo muy ligado a la lucha social, por ello no faltaron mensajes en contra de la corrupción, de apoyo al feminismo y el movimiento LGBTQ… Sin embargo, hubo un mensaje que hasta ahora se oía poco y que en el Pirata Rock tuvo bastante presencia: el medio ambiente.
El Pirata Rock en 5 canciones y grupos feministas:
· En Guerra – Mafalda
· Bajo el Suelo – Boikot
· Puerta Violeta – Rozalén
· Reinas – Suu
· V – Pupil·les
El calentamiento global, la contaminación o la sobreexplotación de los recursos son hechos que ya no se pueden ignorar, por eso algunos de los artistas que pasaron por el escenario aprovecharon para hacer hincapié en ello.
5. El recinto y las instalaciones del Pirata Rock
Dejando la música, que obviamente es lo principal, a un lado, en un festival también es importante el recinto en el que se celebre y las facilidades que se pueda encontrar en ellos. En ese aspecto lo he visto más que correcto: ha sido un festival realmente espacioso, con multitud de opciones para comer dentro a un precio para nada hinchado, muchos baños (nunca esperé más de dos minutos para entrar a uno, algo impensable en multitud de eventos), atención médica, punto violeta…
No ha sido el típico recinto en el que entras solo a ver las actuaciones y para cualquier cosa te tienes que salir fuera. Había sitio de sobra para alejarte de los conciertos y descansar. Además, uno de los patrocinadores, Negrita, colocó un autobús con una terraza desde la que las vistas del festival eran una maravilla.
Por poner un pero, lo único que se echaba en falta era una zona con mejor suelo, ya que pese a haber mesas y sillas en la zona de comida, estas se llenaban enseguida, y todo el recinto era de arena y hierba seca, que no era lo mejor para sentarse a descansar. También, en relación a las instalaciones, mientras que en muchas actuaciones el sonido fue genial, hubo varios conciertos con problemas relacionados con esto. La actuación en la que fue más notorio fue en la de Mafalda, en la que Vera, una de las cantantes, tuvo muchos problemas con su micrófono y para hacerse oír.
En cuanto al camping, no puedo opinar porque no estuve en él. Conseguir descansar en los campings de un festival es prácticamente imposible, más en pleno julio con el calor que hace en esta zona. Lo que sí que vi y me pareció original es que dentro del camping se organizaron actividades como batucada, yoga, karaoke… Además, estaba totalmente acotado y con acceso restringido, cosa que desgraciadamente no en todos los festivales ocurre.
6. Evitando problemas
Debido en parte a la gran proliferación de festivales y al éxito que están teniendo, uno de los problemas que están afrontando estos es el descontento por parte de las poblaciones donde se celebran. En los últimos años se han visto varios casos de grandes festivales que han tenido que cambiar de localización porque los vecinos estaban hartos de las consecuencias negativas que pueden traer estas producciones, y parece que el Pirata Rock se quiere curar en salud.
En primer lugar, la localización. Junto a un polígono industrial a las afueras de Gandia, a donde se puede llegar a pie perfectamente en 15 minutos desde el centro, pero que ya no forma parte de la ciudad y además, también muy importante, en ninguna zona natural en la que pudiera causar el mínimo daño al medio ambiente: alejado de la playa y de cualquier zona verde.
Además, los escenarios estaban orientados de una forma en la que, pese a que dentro del recinto los decibelios eran bien altos, en cuanto te alejabas un poco del festival ya no se oía nada. Me sorprendió caminar a las tantas de la madrugada por Gandia y que hubiera absoluto silencio: ni música, ni ruido, ni botellones, nada que pueda molestar al descanso de los vecinos.
Asimismo, dentro del recinto, la limpieza era bastante notoria, durante toda la noche podías ver a personal recogiendo cualquier resto de basura que hubiera en el suelo y más de una vez olía a lejía por la zona de los baños, un punto que suele ser una pesadilla en cualquier festival.
En definitiva, el balance de esta tercera edición del Pirata Rock es más que positivo. Aunque puede tener algunos puntos a mejorar, en mi opinión ha tenido un cartelazo y han sido tres días que sin duda me encantaría volver a vivir en su próxima edición.