Planning: dos días ideales en Marrakech

A veces, cuando tenemos poco tiempo en una ciudad lo que más nos estresa es planear qué hacer en ella para poder ver bastantes cosas pero disfrutar del destino. Por eso, si solo vas a estar dos días o un fin de semana en Marrakech, este artículo te viene genial para inspirar tu viaje.

Este itinerario se podría hacer en el supuesto en el que tengas dos días completos en Marrakech, si por ejemplo llegaste la tarde/noche del día anterior a la ciudad. No obstante, puedes tomar estas ideas y acoplarlas al tiempo exacto que tengas en este destino tan especial. Si todavía no tienes reservado el alojamiento o estás organizando tu viaje, puedes ver diferentes ofertas y reservar directamente a través del apartado de Marrakech de Voyage Privé.

 

Primer día

Los días en Marruecos empiezan muy bien: los desayunos del país son toda una delicia. Si en el riad en el que te hospedas no están incluidos, lo mejor es que salgas a tomártelo a algún bar, te saldrá mucho mejor de precio que si lo pides en el propio alojamiento.

Después de desayunar, para comenzar a conocer la cultura de Marrakech, visitamos el Palacio Bahía, un impresionante conjunto de habitaciones y jardines que te introducirán de lleno en la arquitectura y el arte marroquí. Su entrada tiene un coste de 70 dirhams (7€).

Tras pasar alrededor de una hora en el Palacio Bahía, es un buen momento para ir a la Plaza Jemaa Le Fna, que por la mañana está mucho más vacía y tranquila que por la noche, y de ahí introducirnos en el zoco. En él lo mejor es callejear y no tener prisa, ya que si quieres comprar algo a un buen precio te tocará regatear un rato con el vendedor.

A medio día toca parar a comer y lo mejor es degustar la gastronomía local. Cuscús, tajín, kefta… los platos típicos de Marruecos están deliciosos, muy especiados pero sin ser picantes. No olvides pedir siempre agua embotellada, el agua del grifo te puede sentar mal.

Después de comer, si es verano y tu alojamiento tiene piscina, te recomiendo que te bañes para refrescarte un poco y descansar del bullicio de la ciudad. Tras esto, si cuando vayas la Madraza ya está abierta, es muy recomendable visitarla (está cerrada por obras hasta 2020). Si no, puedes optar por otros lugares como las Tumbas Saadíes o el Palacio Badi, pero como te explico en este artículo, debido a los altos precios actuales quizá no todo te merezca la pena: Guía de Marrakech: precios, qué ver y qué no ver.

Si por la tarde te apetece merendar, es el mejor momento de probar los dulces marroquíes. Su precio es bastante bajo y están deliciosos. Si de beber quieres un buen zumo de naranja, en la propia plaza de Jemaa Le Fna tienes unos cuantos puestos en los que te los ofrecen por 5 dirhams (0.5€).

Otro sitio que no podemos dejar de visitar es la Kutubía. Sólo los musulmanes pueden entrar a ella, pero aún así merece mucho la pena ir hasta esta mezquita y rodearla por completo, nos haremos una idea de lo gigantesca que es. Además, en la plaza principal suele haber muy buen ambiente.

Desde aquí, si queremos cenar algo más ligero o de estilo europeo, podemos ir andando a la zona nueva de Marrakech, que se extiende por las Avenidas Mohamed V y Mohamed VI. Así veremos el gran contraste entre la Medina y la parte más moderna, parecen dos ciudades completamente distintas.

Para terminar, una vez ha caído la noche, es el momento de volver a la Plaza Jemaa Le Fna para verla en su máximo esplendor: cientos de personas, puestos de todo tipo, música, espectáculos… Eso sí, evade a los encantadores de serpientes y los que proponen hacerte una foto con un mono, esos animales viven en unas condiciones pésimas.

 

Segundo día

Este segundo y último día toca madrugar un poco: la idea es estar en el Jardín Majorelle sobre las ocho de la mañana, nada más que abran, ya que es entonces cuando más tranquilo está el lugar y se puede disfrutar verdaderamente (en hora punta se llena y se pierde un poco el encanto). Está en la ciudad nueva, así que si te alojas en la Medina lo mejor es coger un taxi para llegar (recuerda regatear el precio, a los turistas siempre se los hinchan).

Tras esto, podemos almorzar tranquilamente y tomarnos un té, y continuar este día volviendo al zoco (ya que es imposible que lo hayas visto al completo). Simplemente volviendo a callejear por él aparecerás en zonas que no habías visto antes (mi parte favorita es la Plaza de las Especias). Por cierto, mucho cuidado con las mentiras que hacen creer a los turistas.

Después de comer, si quieres conocer mejor aún la cultura marroquí, puedes optar por hacerte un tatuaje de henna. No te lo hagas en la Plaza Jemaa Le Fna, pues los tintes no son 100% naturales ni las técnicas las mejores. En este artículo te cuento dónde es mejor que te hagas el tatuaje.

 

Para irte despidiendo de Marrakech con unas vistas espectaculares, sube a la terraza de uno de los cafés que dan a la Plaza Jemaa Le Fna. Consulta a qué hora atardecerá y ve al menos media hora antes, ya que se suelen llenar. Obviamente, los precios en estos cafés son bastante más altos que en el resto de locales, pero merece la pena por ver cómo el sol se va poniendo mientras la plaza se llena de gente.

La última noche, si tienes curiosidad por vivir la experiencia, puedes cenar en uno de los puestos de la plaza. La comida está muy buena, aunque el precio es un poquito más alto que en un restaurante de fuera de esa zona. Todos los puestos son prácticamente iguales, decide uno y ve, porque los camareros son muy insistentes y no te dejarán tranquilo hasta que te sientes en su restaurante.

 

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