Mucha gente no se anima a escuchar música clásica porque piensa que es aburrida o, que si no has estudiado música, no la entiendes. Pero en este artículo os vengo a mostrar que no es así y, para ello, os voy a recomendar varias piezas de música para que las escuchéis y os dejéis llevar por sus melodías:
1. Fuera lo delicado: música a cañonazos
¿Que la música clásica es delicada y sutil? ¡Para nada! La primera obra que os recomiendo es de uno de mis compositores favoritos, Tchaikovsky, de origen ruso y estilo romántico. En su Obertura 1812, él escribió que además de la orquesta y el coro se necesitaba… ¡un cañón que realizara 16 disparos! Empezamos por el final, escuchando su Finale, su parte más mítica, ¡a mí me pone los pelos de punta!
2. ponerle salsa a la vida
Vamos a bajar un poco la intensidad, pero no por ello aburrirnos. Aquí tenemos el Danzón n.2, de Arturo Márquez, un compositor mexicano de la actualidad. Es de mis obras preferidas (siendo clarinetista, no lo puedo evitar teniendo en cuenta el solo del principio). Ponedla y dejaos llevar por el ritmo. Podéis bailar, nadie os está mirando.
3. violines que llegan al alma
El violín es un instrumento que puede llegar a hacer maravillas. Por eso en esta selección os recomiendo el Allegro del Concierto para violín en Mi menor de Mendelssohn, compositor alemán del S. XIX. Además viéndolo tocar en directo puedes quedarte hipnotizado observándola la elegancia de, en este caso, la violinista (el Allegro acaba en el minuto 13:58, pero si os gusta no dudéis en continuar hasta el final):
https://www.youtube.com/watch?v=zGUUdH7XgHA&t=50s
4. magia al piano
Chopin compuso auténticas maravillas para el piano. Si queréis relajaros, mejor escuchar sus nocturnos, son pura magia. Pero en este caso os traigo la Fantasía-Impromptu. Es un ejemplo de que un instrumento en tan solo cinco minutos nos puede transmitir emociones muy distintas, desde el nerviosismo hasta la más absoluta serenidad:
5. un poco de zarzuela
Muchos creen que la zarzuela es cosa de una época pasada, música para «viejos», algo desfasado. Esa gente seguro que no se han parado a escucharla nunca. Os asegura que la zarzuela puede transmitir muchísimo, incluso hacernos llorar o reír. Un ejemplo es La tarántula, un fragmento de la zarzuela La Tempranica, de Gerónimo Giménez, en la que sencillamente se habla de lo malas que son las tarántulas y el daño que puede hacer su picotazo:
6. las oberturas de ópera
Las óperas comienzan con una obertura, una pieza totalmente instrumental que hace de introducción a la ópera en sí. A mí me suelen encantar este tipo de piezas, que son cortas y de lo más chulas. Así que podéis empezar escuchando oberturas de diferentes óperas destacadas. Una de las más conocidas es la de Carmen, de Bizet:
7. delicadeza entre teclas
Otra pieza de piano que es bastante popular y sin duda lo merece. Es Sueño de amor o Liebestraum n. 3, de Franz Liszt, compositor alemán del siglo XIX. Es una muestra de que la música que tiene un tiempo lento no tiene por qué ser aburrida… hay emociones que necesitan tranquilidad para aflorar. Así que simplemente cerrad los ojos y sentid cada nota:
8. la cultura a través de la música
Con la música clásica también se puede conocer la cultura de diferentes países. Para terminar, os dejo el tiempo 5 (Intermezzo) de Hary Janos Suite, una composición del húngaro Zoltán Kodály. Se dice que es una ópera folklórica húngara, por eso puede que te suene exótica, en parte porque se utiliza el cimbalón, un instrumento utilizado en este país, entre otros. A mí personalmente me gusta mucho:
consejos para empezar a escuchar música clásica
- Ten la mente abierta y no empiezas ya pensando que te va a aburrir o no te va a transmitir nada.
- Empieza con composiciones cortas, no te metas de una una sinfonía que dure una hora, te aseguro que tirarás la toalla
- Si das con una obra que te guste mucho, investiga de qué estilo es, de qué compositor… y continúa escuchando música relacionada con ella
- Date tiempo. Al oído también se le puede educar, aunque no se sepa de música. Si empiezas a escuchar música clásica como un hábito verás como cada vez la aprecias más.
- No la oigas, escúchala. La música no está hecha para ponerla de fondo. Para que nos llegue de verdad y la sintamos, tenemos que prestarle toda nuestra atención.
aclaraciones
Para aclarar cualquier duda que pueda surgir en este artículo, quiero dejar claro que esta es una selección totalmente subjetiva y a mi gusto. La música, como cualquier arte, es subjetiva. Yo os he aconsejado lo que a mí me ha transmitido algo y por lo tanto pienso que os puede gustar. Quizás os encante, quizás no os diga nada. Pero hay millones de obras entre las que elegir, que yo no haya dado en el clavo, no significa que no haya música clásica que te vaya a gustar.
No soy ninguna erudita del tema. Simplemente he querido aprovechar mi experiencia estudiando en el conservatorio, interpretando un instrumento desde que soy pequeña y escuchando música clásica desde entonces para intentar ayudar a la gente que quiere animarse a comenzar a escuchar música. Aunque seguramente no sea la persona más adecuada para hacer este artículo, hecho está.
Cuando en este artículo hablo de música clásica me refiero a la música también llamada culta que engloba numerosos estilos, géneros y épocas. Ni estoy hablando del Clasicismo, ni de estrictamente música para orquesta. Simplemente quiero diferenciarla de la música popular que todos conocemos: rock, pop, reggaeton…
4 comentarios
¡Muy buena selección! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices. Hay que aprender qué escuchar. Te recomiendo (y a quien lea este comentario) «Música Clásica para los que no saben que les gusta la Música Clásica.», de Edgar Martín. Muy ameno y divertido.
Un saludito, viajera 🙂
Me suena el título pero no lo he leído, le echaré un vistazo que seguro que nos descubre alguna cosa 😀
¡Un saludo!
Eva
Muy buen artículo, la música clásica tiene diferentes opciones, por eso esta es una buena elección para comenzar a adentrarnos en este mundillo.
Muchas gracias por el comentario, me alegro de que te haya gustado esta selección.
¡Un saludo!
Eva