Si buscas una ruta de senderismo en Gandia con vistas espectaculares y que suponga cierto reto, te recomiendo la ruta al Molló de la Creu. En este artículo, te hablo de una ruta circular de dificultad alta para subir a lo alto del Molló de la Creu y de otra opción lineal y más sencilla.
Ruta circular
La ruta circular al Molló de la Creu es de unos 7,5 km y tiene un desnivel aproximado de 450 m. Por lo tanto, no es difícil en cuanto a distancia a recorrer, pero la subida sí que puede considerarse complicada y solo se la aconsejo a personas acostumbradas a caminar por la montaña y sin miedo a las alturas.
Dejamos el coche junto al Colegio Los Naranjos, a las afueras de Gandia (aunque otra opción es dejarlo en la urbanización Molló de la Creu). Desde el colegio, hay que caminar en sentido a Gandia hasta llegar a un paso de cebra, donde se cruza al Camí de l’Assagador de Beniopa, que nos permite ir de forma paralela a la carretera (aquí tenéis el track de la ruta).
Después ya llegamos a la urbanización Molló de la Creu por el carrer Margallò, vamos subiendo y tomamos el desvío del carrer del Pi pinyoner. Una vez cogemos la senda, veremos una señal que indica los diferentes tipos de rutas marcadas. Básicamente, para subir andando por este lado, hay dos opciones: seguir los puntos rojos o los amarillos (también hay varias líneas de escalada).
Por lo que nos contaron, cada una va por un lado y ambas son de una dificultad parecida (siendo quizás un poco más difícil la amarilla). La ruta amarilla tiene algunas cuerdas para subir, mientras que en la roja no hay cuerdas, pero hay que ayudarse de las manos muchas veces.
Nosotros esta vez optamos por seguir la ruta de color rojo. Es muy importante fijarse bien en los puntos rojos, ya que, sobre todo al principio, es muy fácil desviarse por otro camino. Hay puntos rojos de forma muy seguida, así que, si tras un rato no ves ninguno, te recomiendo que des marcha atrás y busques el último.
Una vez se sale de la zona de monte más cerrada, comienza la ascensión más dura. Son pocos kilómetros, pero su dificultad e inclinación hacen que haya que ir bastante lento. Por el camino, puedes entrar a un pequeño refugio en la roca, así como a una cueva más grande llamada la Cova de la Recambra. Además, las vistas son cada vez más espectaculares.
Toda esta parte es la que hace que la ruta pueda considerarse de dificultad alta. En bastantes tramos hay que ir prácticamente trepando, por lo que es clave ir con precaución y con un calzado de montaña que no resbale. A mí personalmente, este tipo de rutas con un toque de aventura y buenas vistas me encantan, pero no es la opción más indicada para personas con vértigo.
La última etapa de subida es más sencilla y suave. Finalmente, llegamos a lo alto del Molló de la Creu, que cuenta con una gran panorámica de la costa (nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos con una cabra y sus dos crías). Para que la ruta sea circular, hacemos la bajada por la otra cara, por el barranc de les Escaletes, un camino bastante más sencillo.
En este camino hay un desvío para visitar la Cova de les Meravalles, cuyo acceso al parecer también es algo complicado, pero nosotros en este caso no fuimos. Una vez termina el barranco, se sigue por camino asfaltado hasta llegar al colegio en el que dejamos el coche.
Ruta lineal y sencilla
Si lo que quieres es subir a lo alto del Molló de la Creu de la forma más sencilla, puedes hacer la ida y la vuelta por el barranc de les Escaletes. Se puede dejar el coche en el mismo sitio, en el Colegio Los Naranjos, o más cerca de la senda. Aquí tenéis el track de esta otra opción con desvío a la Cova de les Meravelles incluido.