La ruta del Barranco del Infierno, también conocida como La Catedral del Senderismo, es una de las rutas más populares y míticas de Alicante, ya que todo senderista que se precie la quiere recorrer al menos una vez en la vida. En este artículo, te hablo de esta ruta circular partiendo desde el pueblo de Benimaurell y te cuento la interesante historia de este paraje natural.
1. Recorrido circular desde Benimaurell
La ruta que transcurre por este paraje es la PR-CV 147 y se da en torno al Barranc de l’Infern, en la Vall de Laguar, Alicante. Originalmente, parte de la población de Fleix, donde hay una zona de aparcamiento bastante grande. No obstante, nosotros hemos hecho una variante que es empezar en la población de Benimaurell, a 2 km de Fleix.
La razón es porque, aunque el inicio de la ruta está mas cerca de Fleix, una vez se sale del barranco, se pasa por Benimaurell, y de ahí hay que caminar esos 2 km por camino asfaltado. Por eso, nosotros preferimos caminar un poco más al principio, cuando aún estábamos frescos, y así terminar en Benimaurell una vez ya habíamos subido y bajado los miles y miles de escalones que conforman la ruta.
Si queréis hacer esta alternativa, aquí os dejo enlazada la ruta subida a Wikiloc, para que podáis ponerla en el GPS. Básicamente, una vez aparcamos en Benimaurell (donde es bastante más complicado), bajamos hacia la Fuente de Benimaurell y pasamos por el Lavadero, yendo todo recto por ese camino hasta que nos encontramos con las indicaciones del sendero hacia Juvees d’Enmig, uno de los puntos por los que se pasa.
A partir de ese momento, la ruta está bastante indicada. Se recorren aproximadamente 12.5 km y es una ruta considerada de dificultad alta, ya que se suben y bajan más de 6.800 escalones esculpidos en la propia montaña y nada cómodos, las cuestas abundan a lo largo de la ruta. Por lo tanto, es importante hacerla estando en buena forma física, con calzado y ropa adecuada, así como con suficiente agua y provisiones. Nosotros la hicimos en diciembre y pronto se entra en calor, no es una ruta que recomendaría hacer en verano.
Aunque a la ruta se la conoce como la del Barranco del Infierno, el barranco en sí solo se atraviesa un par de veces, pues se baja y sube de él dos veces, la ruta transcurre por sus alrededores, en la Vall de Laguar. Podríamos decir que hay un total de tres bajadas y tres subidas, siendo a mi modo de ver la primera subida la más larga y dura.
2. La historia detrás del Barranco del Infierno
Si esta ruta es mítica es por la historia que hay detrás de ella. El sendero que se sigue está formado en buena parte por escalones esculpidos directamente sobre la montaña, escalones que cuentan con siglos de antigüedad: fueron realizados por los moriscos, que aquí desarrollaron sus terrazas de cultivo, por lo que crearon el camino para poder llegar a ellas.
A los moriscos los fueron expulsando de distintos territorios y, pese a que lucharon por quedarse aquí, este fue su último reducto antes de ser definitivamente expulsados por orden de Felipe III. Durante toda la ruta se pueden ver decenas de terrazas de cultivo, aunque la mayoría están abandonadas, y se tienen distintas vistas de las escaleras, que van subiendo y bajando haciendo zig-zag.
También se pasa por varias Juvees, que es el nombre con el que se conocían a pequeños asentamientos que se dedicaban a la agricultura. En la actualidad, la mayoría están en estado de abandono, aunque pudimos ver distintos puntos en los que las casas se han rehabilitado.
Es una ruta que merece la pena recorrer por lo diferente que es su recorrido con todos esos escalones llenos de historia de hace siglos atrás. Si bien es cierto que no se tienen todo el rato grandes vistas como cuando por ejemplo subimos a un pico, desde algunos puntos sí que se ve el Montgó y el mar, y en días despejados es posible divisar incluso Ibiza.