Si pensamos en surf a todos se nos viene a la cabeza una playa, el mar, la costa… Pues no siempre tiene por qué ser así. Gran ejemplo de ello es la Eisbachwelle, una ola muy popular entre los surfistas que se localiza en pleno centro de Múnich, Alemania. ¡Hacer surf a miles de kilómetros del mar es posible!
1. ¿Dónde está la Eisbachwelle?
La Eisbachwelle u ola del Eisbach está dentro del Jardín Inglés de Múnich, uno de los jardines urbanos más grandes del mundo. Por él pasa el Eisbach, un pequeño río artificial que parte del río Isar. Este riachuelo tiene una longitud de 2 km y en los días de calor puedes ver a gente incluso bañándose en él.
La ola tan característica que se puede surfear se ubica cerca del Haus der Kunst, un gran museo de arte contemporáneo, justo al lado de un pequeño puente. La forma más rápida de llegar es por la calle Prinzregentenstraße. Como podéis ver en la siguiente imagen, incluso aparece reflejado en Google Maps, por lo que se puede llegar sin problema.
2. Historia del surf en Múnich
Seguro que te preguntas que cómo le dio a la gente por surfear en pleno centro de una ciudad sin playa. Fue a principio de la década de los 70 cuando un grupo de personas comenzó a deslizarse por esta parte del Eisbach mediante cuerdas que sujetaban desde el puente colindante. Enseguida dejaron de utilizar cuerdas para surfear solo con tablas.
Hasta hace poco, surfear aquí era completamente ilegal. Por eso los pocos surferos que se atrevían intentaban hacerlo sin ser descubiertos por la policía ni grabados por nadie. Sin embargo, con la llegada de Internet, este lugar fue haciéndose cada vez más popular y visitado tanto por surferos como por curiosos que querían ver este peculiar sitio.
Por eso, fue finalmente en 2010 cuando se legalizó practicar surf en el Eisbach. No obstante, lo que le ocurra a los surferos es completamente responsabilidad suya, no de la ciudad.
3. Cómo surfear en Múnich
En la Eisbachwelle hay todo un protocolo implícito para que aquel que quiera pueda surfear la ola pero nunca se causen riesgos innecesarios. Solo surfea una persona, nunca más de una a la vez, si no el peligro de choque sería altísimo.
Lo que hacen los surferos es colocarse en la orilla de ambos lados en fila. Cuando se cae el surfero que estaba en la ola, entra el primero de la fila del lado contrario, y así todo el rato. Todos se respetan el turno y esperan su momento para surfear. Aunque algunos solo aguantan sobre la tabla unos pocos segundos vuelven a hacer la cola.
Obviamente, la mayoría se bañan con traje de neopreno, ya que como podrás imaginar el agua está bastante fría todo el año. En verano es cuando más gente se anima a surfear, pero hay algunos que incluso en invierno, con todo nevado, se atreven a meterse al agua.
4. ¿Es peligroso surfear esta ola de Múnich?
Sí, completamente. Junto a la ola hay un cartel que advierte que no intentes surfear si no eres un surfero muy experimentado, esta ola no es apta para principiantes. Aunque la altura de esta ola solo sea de 1 m., ten en cuenta que el agua pasa con mucha fuerza. Impresiona ver cómo surfean y lo cerca que quedan de golpearse (y eso que solo vi a una persona que llevara casco).
Además, las dimensiones de la zona para surfear son muy pequeñas, es una parte muy estrecha y el río está limitado por paredes de cemento. Del mismo modo, cuando los surfistas caen, tienen que actuar muy rápido para evitar golpearse en alguno de los laterales o que el río lo empuje demasiado. Tienen que esperarse unos metros y salir rápido del agua.
Por eso, no es recomendable que lo intentes, aunque hayas surfeado alguna vez. Incluso si eres bastante experimentado en el mar, las condiciones de este sitio son completamente diferentes. Lo mejor es que vengas a observar y admirar cómo surfean los locales.
5. Surf en Múnich para principantes
Aunque la Eisbachwelle es la más popular, hay una segunda parte de Múnich en la que se puede hacer surf que es menos peligrosa y más asequible para principiantes. Esta se encuentra en la zona conocida como Floßlände, en Thalkirchen. Está bastante alejada del centro de la ciudad, a más de 7 km del Jardín Inglés.
Este lugar suele ser óptimo para surfear entre los meses de mayo y septiembre. Aunque es una ola más sencilla, también tiene ciertos peligros debido a las rocas que hay en los alrededores.