Dentro de la provincia de Almería, dos de las zonas que más destacan son el Cabo de Gata y el desierto de Tabernas. En este artículo, te hablo de la ruta de tres días que hicimos por estos lugares, un itinerario enfocado a gente que no le gusta parar, que aunque quiera ver playas no es de tirarse todo el día debajo de la sombrilla, sino que prefiere aprovechar el día al máximo.
Hay que tener en cuenta que nosotros fuimos en temporada alta, a mediados de agosto, por lo que las playas más famosas quedaban totalmente llenas en torno a las 10 de la mañana. Por eso, hicimos una ruta un poco alternativa en la que aprovechábamos el día yendo de lugar en lugar y visitábamos las playas más concurridas a primera o última hora. Esta fue la primera etapa de nuestra ruta de 12 días por Andalucía y el Algarve.
Día 1: lugares abandonados y primeras playas
El primer día llegamos a Carboneras, el lugar donde nos alojamos, a eso del medio día. Tras dejar las cosas en nuestro alojamiento (fue el Hostal San Antonio, bastante bien de relación calidad-precio) y comer, fuimos a Agua Amarga a darnos un baño y dar una vueltecita por sus calles.
Tras esto, nos dirigimos a Rodalquilar para conocer su mina abandonada, un complejo minero en el que llegó a extraerse oro pero que quedó totalmente paralizado en 1966 al terminarse los recursos. Resulta muy curioso caminar (con mucho cuidado) por este lugar abandonado. Cerca de la construcción principal, en el pueblo, están las casas de los antiguos mineros, también abandonadas y tapiadas. Se nota que en los alrededores se ha invertido dinero en conservar y dar a conocer el lugar, e incluso hay un Centro de Interpretación, pero al menos cuando nosotros fuimos estaba cerrado.
De la mina fuimos al Playazo de Rodalquilar. Si queréis tener unas buenas vistas de la costa, os recomiendo subir hasta la zona del Castillo de San Ramón. Además, fíjate en el suelo y las paredes de las calas, están todas cubiertas de fósiles marinos. Para terminar el día, fuimos a la población de Las Negras, que tiene un ambiente ibicenco, para dar un paseo y cenar.
Día 2: buscando sirenas
El segundo día madrugamos para llegar sobre las 8 al mirador de la Playa de los Muertos, desde donde se tienen unas vistas espectaculares de esta fantástica playa. De ahí hicimos un trayecto en coche de una hora para llegar al otro extremo del Parque Natural de Cabo de Gata, precisamente donde se encuentra el Faro del Cabo de Gata, para visitar un rincón mágico: el Arrecife de las Sirenas.
Se trata de un trozo de costa donde se pueden observar unas chimeneas volcánicas que se combinan con las vías oxidadas de lo que era un embarcadero. Incluso hay un par de barcos, aunque la zona ya parece abandonada y fuera de uso. Es un lugar con una atmósfera especial. Por cierto, ¿sabes de dónde viene su nombre? Según una de las teorías, aquí antes había una población de focas monje, y los marineros desde los barcos confundían su canto y su silueta apostada sobre las chimeneas con el de las sirenas. Te esperabas algo más romántico, ¿no?
Después de explorar esta zona de la costa, pasamos por el molino de Pozo de los Frailes y llegamos a la Playa del Embarcadero, una playita pequeña y bastante tranquila que es una buena opción para practicar snorkel. Está cerca de la famosa Playa de los Escullos, por la que pasamos para ver su particular duna fósil.
De allí visitamos la Isleta del moro y volvimos a Las Negras para tomar un barco que nos acercara a la Cala de San Pedro. Esta cala está algo apartada, se puede llegar o bien andando unos 4 km ida y vuelta, o como hicimos nosotros cogiendo una lancha que por 12€ te lleva y te recoge a la hora acordada. Esta cala se caracteriza porque en ella encontramos uno de los últimos asentamientos hippies que quedan en España. Eso sí, en verano mezclados con yates, turistas, campistas…
Por último, volvimos a la Playa de los Muertos a eso de las 20.00, cuando la mayoría de la gente ya se va y por lo tanto hay sitio en el parking, y pudimos disfrutar de esta playa hasta caer el sol. Es una playa gigante y preciosa, pero ten en cuenta que para llegar hay que caminar por un sendero de tierra que, a la vuelta, es cuesta arriba.
Día 3: un desierto de película
Este último día por la provincia de Almería lo dedicamos a conocer la zona del desierto de Tabernas, el único desierto de toda Europa (aunque hay otras zonas que utilizan esta acepción). Durante los años 60 y 70, se rodaron en este desierto decenas y decenas de películas del oeste, los denominados Spaghetti Western, pasando por aquí actores como Clint Eastwood y Sean Connery.
Los lugares donde se levantaron poblados para rodar algunas escenas de estas películas, a día de hoy son una especie de parques temáticos en los que puedes visitar los decorados, ver espectáculos relacionados con estas películas, etc. Uno de los más populares es el Oasis Minihollywood.
Nosotros no llegamos a entrar a ninguno ya que organizamos el itinerario de otra manera. Lo que hicimos fue, antes de llegar al desierto, parar en el decorado de la película Exodus. Es un punto muy curioso pero está totalmente abandonado, si vas respétalo para que aguante lo máximo posible.
Después dejamos el coche en las inmediaciones del Oasis Minihollywood y caminamos a la derecha del parque para tener unas vistas del desierto que bien recuerdan a las de las películas del oeste. El punto que visitamos lo puedes encontrar en Google Maps como ‘escalera ruta el Cautivo’. De aquí parten varias rutas de senderismo que tenían buena pinta, pero siendo agosto y las 12 del medio día, no fue una opción para nosotros.
De ahí fuimos a las inmediaciones del Fort Bravo, otro parque temático, para ver su curioso cartel ‘Texas Hollywood’. Por el camino puedes ir viendo algunos sets de rodaje en medio del desierto, la verdad es que las vistas desde la carretera son de lo más curiosas.
Para comer fuimos al Route 66 Tabernas, un restaurante de carretera decorado al más puro estilo de la Ruta 66 de Estados Unidos. Después nuestra idea era ir a Lucainena de las Torres a ver los hornos de calcinación que se utilizaron en los siglos XIX y XX debido a la actividad minera de la zona. Y para terminar el día y la ruta por Almería, volver a disfrutar de esa calma y belleza de la Playa de los Muertos.
Sin embargo, nuestro coche tuvo otros planes: nos dejó tirados en una carretera secundaria y nos tiramos toda la tarde esperando la grúa. Así que nos tocó dejar nuestro coche en Almería ciudad un par de días hasta que lo arreglaron. Por suerte, habíamos contratado el seguro Iati Escapadas, que incluye coche de sustitución, por lo que pudimos continuar con el viaje. Si queréis contratarlo, reservándolo desde este enlace tendrás un 5% de descuento en él.
Espero que este artículo te haya resultado útil para organizar tu ruta por el Cabo de Gata y el desierto de Almería. Te recuerdo que ambas zonas son parajes naturales de gran valor medioambiental, así que respeta el entorno y nunca dejes basura. Aquí te dejo unos enlaces para reservar y contratar diferentes aspectos de tu viaje. Son enlaces de afiliado, por lo que utilizándolos (al mismo precio que si entras en la web directamente) estarás apoyando este blog:
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