Tres días por Guadalest, Torrevieja, Orihuela y más

Dentro de la provincia de Alicante hay numerosos lugares, tanto de costa como de interior, que merece la pena visitar. En esta ruta de tres días, os mostramos el itinerario que nosotros hicimos para conocer algunos sitios realmente interesantes como son Castell de Guadalest, Torrevieja, Santa Pola y Orihuela.

 

Día 1: Castell de Guadalest y Torrevieja

La primera parada que hicimos en esta ruta fue en Castell de Guadalest, un pueblecito al que le teníamos muchas ganas debido a la fama que tiene y las fotos que habíamos visto de él. Es un pueblo realmente pequeño, pero lleno de encanto y belleza. Además, desde él hay unas vistas impresionantes a la montaña y al Embalse de Guadalest.

Cuesta y palmeras de Castell de Guadalest, Alicante

Un dato curioso sobre esta población es que se considera el pueblo de España con más museos en relación al número de habitantes, ya que son unos 209 vecinos y hay nada menos que ocho museos de temáticas muy variadas y que pueden ser interesantes hasta para los más pequeños de la casa. Nosotros optamos por visitar el Museo Municipal de la Casa Orduña, ya que recorres una gran vivienda del s. XVII para después salir a recorrer los restos de la fortaleza y varios miradores. El precio de la entrada es de 4€.

En Castell de Guadalest hay dos parkings municipales en los que se paga 2€ por coche. No obstante, es un lugar muy popular, y en fines de semana y festivos se llenan enseguida. Lo mejor es ir lo más pronto posible para aparcar sin problemas y disfrutar del pueblo con más calma.

Vistas fortaleza Castell de Guadalest, Alicante

De Castell de Guadalest nos fuimos a Torrevieja, que es donde tuvimos nuestro alojamiento durante las tres noches. Optamos por una pequeña casa con vistas a la Laguna Rosa, una zona muy tranquila fuera de la temporada de verano. La Laguna Rosa se ha vuelto muy popular en los últimos años debido al color rosado de su agua.

Debes tener en cuenta que, dependiendo de la época del año, se ve más o menos rosa (el mejor momento es el final del verano), y además también depende de que el microorganismo que produce ese color se reproduzca con normalidad. Además, algunas de las fotos que se ven en redes sociales están muy editadas para darle un toque más impresionante a la imagen, por lo que no te esperes encontrarte con lo mismo que se ve en Instagram, porque puede que te lleves un chasco.

Así estaba en abril de 2021, un color más amarronado y apagado que cuando la visitamos en septiembre de 2019.

Los alrededores de la laguna no están adaptados o arreglados para la visita, así que tendrás que atravesar una buena zona de hierbajos para llegar hasta la orilla. Se trata de un Parque Natural y está protegido, por lo que el baño en ella está prohibido. Hay una zona que se explota como salinas, pero normalmente no está abierta a las visitas.

Esa tarde, nosotros fuimos a la otra laguna de Torrevieja, la Laguna de la Mata. En esta el entorno sí que está arreglado, hay varios senderos que la recorren con algunos miradores, zona de picnic, etc. Por ello, es una buena zona para dar un paseo y disfrutar del entorno.

Cuando llegó el momento del atardecer, volvimos a la Laguna Rosa, pues desde aquí es precioso. Eso sí, ves equipado con repelente de mosquitos, porque mientras que puede haber durante todo el día, en el momento en el que cayó el sol había tantos que incluso se nos enganchaban a la ropa.

Cae el sol en la Laguna Rosa de Torrevieja
 

Día 2: Santa Pola

El segundo día nos fuimos hacia Santa Pola, que está a media hora de Torrevieja. Dimos un pequeño paseo por la zona del puerto, desde donde salen los barcos a Tabarca (una visita muy recomendable de la que os hablo en este artículo) y después nos dirigimos a las Salinas. La carretera N-332 atraviesa estas salinas por el medio, es realmente bonito pasar por el coche teniendo el agua a ambos lados.

En estas salinas pudimos observar decenas de flamencos y de otras especies de aves. Además, algunas parcelas, al tener un alto nivel de sal, eran realmente rosas. En primer lugar, paramos junto a la Torre del Tamarit, ya que al lado hay una zona para parar el coche. Después, nos dirigimos a la punta para hacer la Ruta El Pinet, que transcurre entre las salinas y las dunas de la playa. Es una ruta semicircular y apenas tiene 3.8 km, aunque buena parte es por la arena, así que lo mejor es llevar buen calzado. Aquí os dejo enlazada la ubicación del parking para hacer la ruta.

Vistas a las Salinas de Santa Pola desde un mirador.

Aunque nosotros no pudimos aprovechar la tarde del todo, si queréis ver algo más por la zona, os recomendamos el Mirador del Faro de Santa Pola, junto al que hay varios bunkers de la Guerra Civil. Podéis coger más ideas de esta parte de la provincia en el siguiente artículo: Qué ver en Elche y alrededores. Al caer la noche, nosotros dimos un paseo por Torrevieja, visitando la Torre del Moro y el centro de la población, aunque nos quedaron pendientes algunos puntos como el Parque de las Naciones.

 

Día 3: Orihuela

El tercer día lo dedicamos a conocer Orihuela. Lo cierto es que fuimos sin demasiadas expectativas y nos sorprendió para bien. Como hacemos normalmente al llegar a un sitio nuevo, pasamos por la Tourist Info y quedamos muy contentos con la atención y toda la información que nos dieron.

Comenzando desde el Arco de Santo Domingo, la antigua puerta de entrada a la ciudad, fuimos visitando algunos de los atractivos de Orihuela. En primer lugar, entramos al Colegio Diocesano Santo Domingo, que cuenta con dos claustros realmente grandes y bonitos. La entrada tiene un precio de 2€ (cuando nosotros fuimos, 1€ porque había una parte que no se podía visitar).

Portada del Colegio Diocesano Santo Domingo, Orihuela (Alicante)

Detrás de la Colegiata se encuentra la Casa-Museo de Miguel Hernández, una visita realmente interesante y recomendable. La visita es gratuita. En primer lugar, entras al centro de interpretación, donde en un vídeo te hablan un poco sobre la vida del poeta y te ponen un audio de Miguel Hernández recitando uno de sus poemas, el único archivo sonoro que se tiene de él.

Después se pasa a la casa en la que estuvo viviendo con sus padres y hermanos. Está muy bien conservada y te ayuda a hacerte una buena idea de cómo debió de ser esa etapa de su vida. A modo de curiosidad, en algunos lugares de Orihuela, hay una especie de ‘máquina expendedora’ de poemas de Miguel Hernández en forma de servilleta. Me pareció una idea muy bonita y original para acercar los poemas del autor a los visitantes.

Seguimos visitando el centro histórico de Orihuela y pasando por algunos edificios destacados como su Catedral, y entramos al Palacio Sorzano de Tejada, un edificio realmente bonito, a día de hoy el Museo Fundación Pedrera, que acoge exposiciones de arte. La visita es gratuita. Por último, fuimos en coche hasta el barrio de San Isidro para observar las decenas y decenas de murales que se han pintado en honor a Miguel Hernández.

Escultura de tres niñas bailando de la mano en el interior del Palacio Sorzano de Tejada, en Orihuela, Alicante.

Aparte de los aquí mencionados, Orihuela cuenta con más museos y edificios de interés, por lo que se puede pasar todo el día recorriendo la ciudad y visitando diferentes lugares. Hasta aquí llegó nuestra ruta de tres días por esta zona de la provincia de Alicante.

Espero que os haya ayudado a inspiraros a crear vuestro propio itinerario por estos interesantes lugares. Aquí os dejo algunos enlaces que os pueden venir bien para reservar alojamiento o actividades. Son enlaces de afiliado (al mismo precio que si entras directamente en la web), por lo que utilizándolos estarás apoyando al mantenimiento de este blog:

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