Muchísima gente sufrimos ansiedad en algún momento de nuestra vida. Y ya sea por trabajo, o porque viajar es una de nuestras aficiones y la ansiedad no tiene por qué detenernos, que puede que vayamos a hacer un viaje y esta se venga con nosotros. En este artículo, basándome en mi experiencia, te cuento qué me ha funcionado a mí para mantener la ansiedad a raya durante los viajes.
Importante: Esta información se basa en mi experiencia como persona que ha convivido con la ansiedad durante mucho tiempo. No pretende sustituir la ayuda profesional. Siempre, lo más recomendable es contar con un/a psicólogo/a y/o psiquiatra. Es más, te animo a ello, ya que para mí la ayuda profesional ha sido y sigue siendo fundamental.
Consejo base: organización
Considero que para ir con más calma y sentir que está todo bajo control, hay que tener bien organizados algunos aspectos básicos. Uno de ellos es el tema del check-in de los vuelos. Recuerda hacerlo con antelación y, para ir más tranquilo/a, además de en el móvil, puedes llevar los billetes impresos.
A la hora de prepararme la maleta, yo días antes me voy creando una lista en el móvil para que luego con las prisas no se me pase nada. Además, en el bolso siempre me llevo una batería portátil cargada, para que el móvil no se me quede sin batería en ningún momento.
En relación con esto, si tomas alguna medicación y/o tienes recetado algún ansiolítico para casos en los que lo necesites, yo lo que hago es guardarme medicación suficiente tanto en la maleta como en el bolso/mochila que voy a llevar siempre conmigo. Así sé que la voy a tener a mano y que, si se me perdiera una, tengo otra.
Por otro lado, incluso si viajo por Europa suelo contratar un seguro de viajes. Su precio para destinos cercanos suele ser bastante bajo (y para países donde no sirve la Tarjeta Sanitaria Europea es absolutamente necesario). Así sé que tengo un apoyo en caso de que pase cualquier cosa.
Yo siempre he contratado IATI, y lo bueno es que ahora tienen un chat en su app para que puedas chatear con un médico o una médica en cualquier momento. Aquí te dejo un 5% de descuento para que contrates tu seguro de viajes. Aclaro que sí, trabajo con IATI y este es un enlace de afiliación, pero si lo menciono en este artículo es porque yo misma hago esto, no porque quiera hacer spam.
Un olor para los pequeños momentos de ansiedad
El olfato es un sentido muy poderoso, así que puede sernos de buena ayuda para cuando nos toca viajar con ansiedad. En mi experiencia, la aromaterapia me funciona cuando son pequeños momentos de agobio o ansiedad, pero no cuando sufro de una ansiedad alta, ya que en ese caso se me cierra el estómago y huyo de este tipo de estímulos.
Pero, como te iba diciendo, cuando es un agobio momentáneo o el nivel de ansiedad es bajo, utilizo un pequeño roll-on con aceites esenciales, que me aplico en las muñecas y la mano para ir oliéndolo. Los míos son artesanales, pero, por lo que he visto, en Amazon hay bastantes opciones.
Fíjate en los ingredientes de cada uno y opta por aquellos cuyos olores más te gusten y te parezcan relajantes. Te dejo algunas opciones:
Música para amansar a las fieras
Yo misma me he sorprendido muchas veces del efecto calmante que ha tenido la música en mí. Y no la música en general, sino unas piezas musicales en concreto. Te digo cuáles son las que me funcionan a mí, pero, quizás, a ti te vayan mejor otras totalmente distintas. Te invito a que vayas explorando hasta que sientas que hay algún tipo de música o pieza en concreto que te ayuda.
En mi caso, los nocturnos de Chopin son una maravilla. Todos en general me son de ayuda, pero, el segundo (y más famoso) es el que más calma me proporciona. Ponerme los auriculares, cerrar los ojos, respirar profundamente y centrarme en su música me ha servido sobre todo cuando he estado viajando sola y me han venido oleadas de ansiedad, por ejemplo, yendo en un tren o estando de viaje en el extranjero por trabajo.
La respiración: mi mayor aliada en cualquier caso
Si tuviera que decir una sola forma de calmar mi ansiedad en cualquier situación lo tendría claro: la respiración profunda o respiración diafragmática. Esta consiste en tomar aire por la nariz lentamente, hinchando nuestro abdomen, retenerlo unos segundos y soltarlo lentamente.
Yo lo que hago es centrarme mucho en la respiración, comenzar a respirar de esta forma y contar las respiraciones profundas que hago. Me digo, por ejemplo, que tengo que hacer mínimo 20. En mi caso, antes de llegar ya he notado como la ansiedad ha descendido. Cuanta más ansiedad siento, más rato me esfuerzo en mantener este tipo de respiración.
Hablar como técnica de evasión
Para los momentos en los que estoy con más gente y me noto tensa o con algo de ansiedad, a veces opto por hablar. En realidad, mi cuerpo me está pidiendo lo contrario: que me aísle y me encierre en mis pensamientos.
Sin embargo, llevándole la contraria, aunque al principio pueda sentirme incluso peor, al rato consigo que mi mente vaya centrándose en esa conversación, sobre todo si, por ejemplo estoy contando una historia o hablando de algo que me interesa. De ese modo, mi cabeza deja de prestarle atención a la ansiedad.
Espero que alguna de estas formas de controlar la ansiedad al viajar te sirva. De nuevo, te animo a que, si estás pasando por una época de ansiedad, busques ayuda profesional. Ten en mente que es un problema que sufre mucha más gente de la que en un principio te piensas y que, igual que cuando nos hacemos un esguince tenemos que ir a que un médico lo trate, la salud mental también merece atención profesional.