Hay algunos lugares que no sólo resultan atractivos por cómo son, sino por lo que se vive en ellos. Esto es lo que le ocurre a Kerkrade, un pequeño pueblo holandés situado en la frontera con Alemania donde cada cuatro años se celebra el concurso de música de viento más importante del mundo. Yo he tenido la suerte de vivirlo como músico. Por eso, vamos a adentrarnos en la historia y las particularidades de este lugar.
World Music Contest
Desde 1951, un vez cada cuatro años las calles de Kerkrade se llenan de músicos y aficionados a la música de todas las partes del mundo. Tanto es así que durante estas fechas la población se multiplica, ya que si de normal aquí viven unas 49.000 personas, el festival acoge a aproximadamente 350.000 visitantes y 18.000 músicos.
El concurso, conocido como World Music Contest (WMC Kerkrade), se celebra durante todo el mes de julio y en él compiten varios tipos de banda, tanto de marcha como las que ejecutan conciertos en un auditorio. Además, dentro de cada categoría hay varios niveles de competición. Lo especial de este concurso es que las bandas provienen de todo el mundo. En una misma categoría puedes disfrutar de un grupo japonés, uno español y uno estadounidense, por ejemplo.
La parte de la bandas de marcha se celebra al aire libre y es de gran vistosidad, sobre todo para las personas que no están acostumbradas a ver este tipo de interpretación. En este vídeo tenéis una de las participantes más originales del 2017:
Por otro lado, las bandas que tocan un repertorio en concreto dentro de un auditorio emocionan con su interpretación y la perfección de su ejecución. En mi caso, yo participé como clarinetista junto a la banda sinfónica de mi pueblo en la primera sección dentro de la categoría Harmony, que se celebra en el auditorio Rodahal. Desde el 2017, junto a este edificio hay una gran escultura del autor español Juan García Ripollés.
Para una banda, ganar en un certamen así es el máximo logro. No obstante, tan sólo el hecho de participar es todo un honor para cualquier músico, una experiencia inolvidable. Además, hay que tener en cuenta que, detrás de estos conciertos, hay meses y meses de dura preparación.
Durante el festival, aparte de las competiciones, se organizan diferentes conciertos de música en diferentes puntos de la población. Además, hay puestos de comida, tiendas… Y los escaparates de todos los comercios están adornados para la ocasión. Todo el pueblo se vuelca en homenajear a la música durante un mes cada cuatro años.
Por cierto, si te preguntas dónde duermen tantos músicos, lo hacen repartidos en diferentes colegios, no sólo de Kerkrade, sino de las poblaciones de alrededor, por lo que durante estos días todos conviven bajo el mismo techo con el resto de compañeros y personas de otros países.
Qué ver en Kerkrade
Además de acoger este importante evento, Kerkrade es un destino de gran encanto con diversos lugares que merece la pena visitar. Uno de ellos es el Stadspark, un gigante parque en el que te puedes pasar horas paseando y disfrutando de la vegetación, la fauna y las fuentes que aquí hay.
Cerca de este parque encontramos el castillo Erenstein, un bonito edificio rodeado de agua que data del siglo XIV. Además, puedes comer en él e incluso alojarte, pues cuenta con un hotel de cuatro estrellas.
Tampoco hay que olvidarse de pasear por su centro, donde se encuentra el ayuntamiento, un particular y bonito edificio que se localiza en la plaza del Mercado (Markt).
Por cierto, te recomiendo entrar en una de las típicas queserías y llevarte una porción de este tesoro holandés a casa. Cerca del ayuntamiento hay una en la que te tratan con gran amabilidad, te explican todo lo que necesitas y te lo envasan al vació para que puedas transportarlo sin problemas.
Por último, a las afueras de Kerkrade hay un impresionante monasterio, el Rolduc Abbey, Este lugar también funciona como hotel y restaurante.
Cómo llegar a Kerkrade
La ventaja de que Kerkrade se encuentre tan cerca de la frontera con Alemania y Bélgica es que hay numerosos aeropuertos a menos de dos horas de aquí. Los más cercanos son los de Maastricht, Colonia, Düsseldorf, Bruselas y Amberes.
Además, Kerkrade está conectado con el resto de los Países Bajos y parte de Europa por tren. Por lo tanto, si viajas hasta aquí puedes aprovechar y, tal y como hicimos nosotros, coger un tren para conocer Ámsterdam. En este otro artículo tienes información acerca de esta otra ciudad: Ámsterdam en 24 horas (o menos).
Como ves, si eres músico o un aficionado a este arte tienes que ir al menos una vez en la vida a Kerkrade. La próxima edición de su prestigioso certamen es en 2021, ¿te apuntas?
2 comentarios
Hola Mereviglia, como podría ponerme en contacto contigo para solicitarte el uso de algunas de las fotos que aparecen en tu blog?
Gracias
¡Hola!
Puedes enviarme un correo electrónico a [email protected]
¡Gracias!