Fuera de la típica ruta de ciudades y pueblos que visitar en República Checa, encontramos poblaciones y rincones que, pese a no ser apenas conocidos por los turistas que visitan el país, son realmente interesantes. Uno de estos lugares es Vrbice, un pequeño pueblo con unas curiosas construcciones.
Vrbice se localiza en el sureste del país, a 50 km de Brno, a unos 49 km de la frontera con Eslovaquia y a unos 30 km de la de Austria. Es una población realmente pequeña, ya que en la actualidad cuenta con aproximadamente 1.000 habitantes. Vrbice pertence a la región de Moravia, concretamente a Moravia del Sur, y se enmarca en una unión de pueblos vinícolas llamada Modré hory, que significa montañas azules.
1. ¿Qué tiene de especial Vrbice?
Es una zona que apenas recibe turismo internacional, por lo que no es tan común encontrarte con gente que hable inglés. No obstante, es un lugar muy curioso de visitar debido a las peculiares construcciones que aquí hay. Me refiero a pequeñas bodegas que se han construido en el interior de la colina. Es decir, son una especie de cuevas que se han construido unas al lado de otras y forman diferentes hileras.
Estas bodegas crean un paisaje muy sorprendente, ya que, al estar ensambladas en la colina, el techo de estas es la hierba que crece sobre ellas. Y como hay varias filas, puedes ir caminando por el nivel de unas y te vas encontrando con chimeneas que salen del suelo y que pertenecen a las bodegas de abajo.
Estas bodegas se construyeron en los siglos XVIII y XIX ya que, pese a que la bebida más popular de República Checa sea la cerveza, en la región de Moravia sí que hay una gran especialización en la producción de vino. Cada año, a principios de septiembre, se celebra una fiesta del vino en Vrbice y otras poblaciones y estas bodegas están abiertas al público.
En esas fechas, la gente se reúne en los entornos de las bodegas a beber vino y celebrar. Me parece que en torno a mayo también hay un evento en las que las abren, pero no puedo confirmarlo, ya que apenas hay información al respecto (y la que hay está en checo).
Como os he dicho, es una población bastante pequeña, aunque aparte de las bodegas tiene algunos atractivos más que visitar. Entre ellos se encuentra la Iglesia de St. Giles, un molino de madera y el monumento a la liberación de la aldea tras la II Guerra Mundial, que se ubica junto a un cañón que se instaló durante el conflicto.
Hay otros pueblos de la zona que también conservan curiosas bodegas, como es el caso de Petrov o Blatnice. Existen rutas de bicicleta que recorren todos estos lugares tan ligados con el vino, son los llamados ‘camino del vino’.
En cuanto a la conexión con Praga, esta zona no tiene transporte público directo con la capital checa, por lo que la mejor opción para llegar hasta ella es la de alquilar un coche y recorrer tranquilamente toda esta parte del país que tan desconocida es para la gran mayoría de los turistas que llegan a República Checa.
2. Qué ver cerca de Vrbice
Como os he indicado al principio, Vrbice está a 50 km de Brno, la segunda ciudad más importante del país después de Praga. Asimismo, a 29 km se localiza Mikulov, un bonito pueblo en el que destaca su gran castillo y, a solo 22 km, está el Castillo de Lednice, una preciosa construcción de aire palaciego.
Nosotros estuvimos durante un fin de semana explorando esta zona, os lo cuento en este artículo: Qué ver en Moravia. Aunque el inglés no esté tan extendido, siempre te puedes acabar entendiendo por señas, con el traductor del móvil o incluso en alemán, ya que esta zona está bastante ligada a la historia de Austria.
