Y tú, ¿cuántos pasos has dado?

por Eva

Desde pequeños seguimos un camino de decisiones más o menos preestablecidas: el colegio, el instituto, la universidad… tomamos decisiones que son importantes, pero que no dejan de estar en una ruta ya creada para nosotros.

Durante toda nuestra vida nos enseñan cómo funciona este mundo. Cómo lo importante es trabajar, ganar dinero, mantenerse. He crecido con la crisis, consciente de lo difícil que es para tantos conseguir un trabajo digno. Con esa presión de: en cuanto te gradúes, corre a buscar un buen trabajo.

Me había graduado y llevaba un año trabajando en una oficina. El camino correcto para muchos. Sin embargo, yo sentía que estaba muy equivocada. Que estaba dando mi tiempo, que yo no quería una vida así. Ese no era mi camino.

Así que, haciendo caso omiso a mi yo más responsable, a todo lo que la sociedad me había inculcado, decidí parar. Decir no. Empezar de cero. Si no era feliz, no era mi camino. Dejé de perseguir un trabajo estable y decidí empezar el viaje de mi vida. Esa ruta larga y difícil que me lleve a lo que realmente quiero.

 

Porque a día de hoy pienso que mi tiempo vale mucho más que el dinero. Y por eso me cuesta tanto encontrar algo en lo que sienta que sí estoy invirtiendo mis días correctamente. He tenido trabajos de lo más diferentes, pero nunca he tenido la sensación de querer quedarme en ellos mucho más.

Todo sería más fácil si fuera más conformista, si no supiera lo que es una pasión y realmente hubiera comprendido lo importante que es un trabajo fijo. Sin embargo, sé lo que es sentir pasión por algo. Y por eso estoy decidida a seguir experimentando, seguir probando y fallando, hasta que llegue el día en el que sienta que estoy en el lugar correcto.

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Irresponsable para unos, loca para otros. Pero solo tengo una vida y quiero dedicarla a algo que me haga feliz. No quiero contar las horas que faltan para terminar de trabajar. No quiero restarle 40 horas a la semana. Ni desear que lleguen las vacaciones. Quiero que cada minuto cuente, que me sienta rica en tiempo.

«Un viaje de mil millas comienza con el primer paso». Y yo, a mis 23 años, di mi primer paso a un destino desconocido pero en el que me sintiera realizada. Un primer paso en una ruta en la que es muy difícil avanzar, pero en la que soy yo y mis habilidades. Yo y mis pasiones. Yo y mis sueños.

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Hay semanas que siento que he avanzado cuatro pasos. Otras que, sin embargo, me da la sensación de estar en el mismo sitio. Puede ser frustrante. Y para alguien tan impaciente como yo, resulta difícil. Pero sé que estoy en la buena dirección. Sé que poco a poco, paso a paso, iré consiguiendo mis objetivos. Aunque me cueste años y me tropiece constantemente. Aunque sienta que voy a contracorriente y la gente no entienda qué estoy haciendo.

Y tú, ¿has dado ya algún paso? ¿O todavía no has empezado tu viaje de mil millas?

2 comentarios

Paula 04/03/2018 - 12:56 pm

Me parece estupendo! Si no eras feliz es lo mejor que has podido hacer. Creo que somos muy parecidas en ese sentido. Te deseo lo mejor en busca de tus metas y de lo que te haga feliz. Estoy segura que si empleas todas tus fuerzas lo conseguirás y mientras tanto a disfrutar del camino. Un besazo

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Eva 05/03/2018 - 10:31 am

¡Muchas gracias Paula! Lo importante, como tu dices, es aprender a disfrutar del camino.

¡Un beso!
Eva

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