Coge una cerveza que tengas en el frigorífico y fíjate en su etiqueta. Seguramente, encuentres la palabra Pilsener, Pilsen o Pilsner. Eso significa que la cerveza que te vas a beber está elaborada mediante el método que se inventó en 1842 en la ciudad de Pilsen, República Checa, y que ahora utilizan el 60% de las cervezas alrededor del mundo. ¿Te gustaría conocer un poco más? Entonces la mejor forma es visitar la fábrica de cerveza Pilsner Urquell, la marca que inició este método.
La cerveza checa tiene una gran fama, y no es para menos. Su sabor es inigualable, tanto, que la República Checa es el país con más consumo de cerveza per capita del mundo. Su cerveza más famosa es Pilsner Urquell, la originaria de la cerveza tal y como la conocemos hoy, y que debe su nombre a la localidad donde se creó y se encuentra en la actualidad: Pilsen. A la entrada de su fábrica encontramos su famoso arco, símbolo de la compañía desde su origen.
En esta fábrica se ofrecen tours diarios de una hora y media para conocer la historia de la cerveza, y como no, degustar una muy especial. Hay tours en inglés, checo, alemán y ruso, pero si soy más de 10 personas, podréis organizar un tour incluso en español. La entrada ronda los 6.7€, habiendo descuento para estudiantes y jubilados. Podéis reservar y comprar las entradas directamente desde su página web, cosa que recomiendo para no quedarte sin plaza cuando llegues.
El tour comienza con una explicación del origen de la cerveza y su evolución durante su historia, así como de las distintas partes de la fábrica. Después, un autobús nos desplaza hacia la primera parada, la planta de embotellado actual, la cual llama la atención por su gran tamaño y actividad.
De ésta pasaremos a ver una película de pocos minutos que nos explica un poco más de la famosa cerveza, para después llegar a una sala didáctica en la que podremos tocar con nuestras propias manos la cebada y probar el sabor amargo del lúpulo.
Otra de la paradas más interesantes de la visita es la sala de cocción, donde descubriremos el secreto que da el característico sabor a esta cerveza, así como todo el proceso por la que tiene que pasar para conseguir que el agua se transforme en la bebida favorita de muchos.
Y por último, el lugar más especial, las bodegas, un laberinto de kilómetros y kilómetros donde antiguamente se almacenaba la cerveza para que fermentara. Lo mejor es que pese a que ahora la realizan con técnicas más modernas, en la bodega siguen elaborando cerveza al método tradicional: una cerveza muy especial que sólo los visitantes a la fábrica tienen la oportunidad de probar, así que si visitas la fábrica de Pilsner Urquell, serás todo un afortunado. ¡Salud! O como se dice en República Checa… Na zdraví!
Puedes ir a Pilsen desde Praga con los autobuses de RegioJet. Son autobuses a muy buen precio y realmente cómodos: con WC, pantalla táctil, café y chocolate gratis… De normal, el bus a Pilsen sale de la estación Zličín, pero esta permanece cerrada por obras hasta finales de noviembre de 2019 (hasta entonces se sale desde Stodůlky).