Robo en un hotel de Edimburgo: mi experiencia

Cuando vamos de viaje siempre esperamos que vaya todo bien y no haya ningún contratiempo pero, lamentablemente, a veces podemos tener mala suerte y que suframos algún altercado. En mi caso, entraron a robar en mi apartamento del apartahotel donde me alojaba y me desapareció dinero. Por esto, en este artículo os cuento mi experiencia para que os pueda ayudar si alguna vez sufrís algo parecido.

Fui de viaje a Edimburgo con cuatro amigos, por eso, estuvimos viendo varias opciones de alojamiento y nos decantamos, por su buen precio y geniales puntuaciones, por un apartamento de Staycity West End Edinburgh, una especie de apartahotel que tienen un gran número de apartamentos en una misma manzana cercana al centro de la ciudad.

La verdad es que la primera impresión de nuestro apartamento fue buenísima: nuevo, limpio, espacioso… me gustó tanto que incluso lo recomendé por mi cuenta de Instagram, habiendo ya varias personas interesadas en alojarse en el futuro. Desafortunadamente, lo que sucedió en los siguientes días me haría cambiar de opinión completamente.

 

El día del robo

Al día siguiente de llegar a Edimburgo, dejamos el apartamento por la mañana poniendo el cartel de que entraran a vaciar la basura. Justo antes, simplemente por costumbre, conté el dinero que me dejaba en el hotel (los euros, porque total no me servían allí), los guardé en un monedero pequeño, lo escondí debajo del pasaporte y lo puse en un cajón del armario de mi habitación.

Estuvimos de vuelta en el hotel por la noche. Habían entrado a limpiar porque la basura estaba vacía y el cartelito que habíamos puesto por fuera de la puerta estaba dentro del apartamento. Después de darme una ducha tranquilamente me dio por mirar el dinero (en realidad de forma subconsciente, como digo, por costumbre). Cuál fue mi sorpresa cuando vi que el único billete de 50€ que tenía había desaparecido junto con otro de 20€ (quedándome varios billetes de 20€). Me quedé sorprendida porque estaba 100% segura del dinero que había metido y no lo había tocado en todo el día.

Avisé a mis amigos y comprobaron que tenían todo. Entonces una de mis amigas vio que a ella también le habían robado un billete de 50€ (también lo tenía bastante guardado dentro de un cajón de otra habitación, para nada a la vista). Dados los hechos, nos fuimos a recepción a avisar.

El recepcionista, que todos los días trabajó en el turno de noche, subió para que le contáramos bien qué había pasado. Yo me esperaba que se sorprendiera, nos pidiera disculpas y mostrara empatía hacia nosotras, asegurándonos que investigarían al respecto. Sin embargo, se mostró de la forma contraria: nos decía que mucha gente se olvida donde tiene el dinero y luego les piden perdón, que sus empleados no robaban, que si habíamos salidos todos a la vez, insinuando que quizás nos había robado uno de nosotros…

Vamos, era totalmente escéptico a la idea de que nos habían robado. Yo le preguntaba si iban a hacer algo y el me decía que investigarían, pero que si quería resultados, que llamara a la policía, que él lo podía hacer por mí. Sin embargo, luego volvió al apartamento para decirnos que el hotel no se hacía responsable y que si quería denunciar a la policía lo tendría que hacer yo misma. Al insistir, me pidió mi número de teléfono y me dijo que al día siguiente me llamarían para hablar de lo ocurrido.

A mí esto me cabreó mucho, porque el hotel no tiene la culpa de que nos roben, pero sí es responsable de cómo actuar ante un problema tan serio. El recepcionista encima me dijo que, aunque llamara a la policía, tendría que demostrar que tenía ese dinero: «Es que deberías haberlo declarado en el aeropuerto». «¿Tengo que declarar en el aeropuerto que llevo 170€?» – le pregunté con incredulidad. «No, no, por esa cifra no…» Parecía que quería sacar escusas donde no las había.

Además, me preguntó que si sabía el número de la policía y, como le dije que no, me indicó que llamara al 112 o al 999. Gracias a un amigo que vive en Reino Unido, después me enteré de que esos teléfonos solo se utilizan en caso de emergencia (te están atracando en ese momento, estás herido…), que si no, a dónde hay que llamar es al 101.

 

El día siguiente

Al día siguiente nos fuimos de excursión a las Highlands. A mí no me llamaron, más tarde vimos que uno de mis amigos tenía una llamada perdida de un número que no conocía, eso lo único. Cuando llegamos al hotel, teníamos una carta pidiéndonos que fuéramos a recepción.

De nuevo allí estaba el mismo recepcionista, diciéndonos de malas maneras que nos había llamado un montón de veces el manager del hotel y no se lo habíamos cogido. Me preguntó que si había llamado a la policía y yo le dije que no porque era muy tarde, no es mi idioma y no me sentía cómoda en ese momento para hacerlo.

Me recordó que ellos no se hacían responsables y entonces le pregunté: «¿Pero no estáis preocupados de que hayan robado en un apartamento de vuestro hotel?» A lo que él me contestó dos veces, que «no tenían evidencias de que eso hubiera ocurrido». Al final le terminé diciendo: «Vamos, que no nos crees». Y el dijo: «Yo no estoy aquí para juzgar a nadie» (juzgada es lo que me hizo sentir desde el minuto cero).

 

Último día en Edimburgo

A la mañana siguiente al fin pudimos hablar con la manager de recepción. Ella fue un encanto, nos pidió disculpas, vino a nuestro apartamento y nos hizo diferentes preguntas para abrir una investigación interna (vamos, lo que yo había pedido en un principio). A medio día nos llamó y nos dijo que por la noche preguntáramos en recepción cómo iba la cosa, porque iban a dejarlo en manos de la policía al tratarse de un tema tan serio.

Una vez más, aquella noche fuimos a hablar con nuestro simpático recepcionista de noches. Nos dijo que tenía que llamar a la policía para que vinieran esa noche a tomarnos declaración para la denuncia. Oí perfectamente cómo le decía a su compañera: «¿Es el 101, no?» Estuvimos unas horas esperando en el apartamento y al final vino el hombre a decirnos que al final la policía quería hablar con nosotros por teléfono, que bajáramos a recepción.

Estuve hablando 15 minutos con la policía por teléfono para confirmar todos los datos personales y la información del robo y, tengo que decir, que fue simpatiquísimo y me trató genial. Me dio el número de expediente de la denuncia y me explicó cuál sería el procedimiento.

 

De vuelta en España

Una vez en casa y habiendo dejado pasar unos días para que se enfriara la situación, escribí un email al director del hotel explicándole lo que me había parecido mal en cuanto al trato por parte del hotel y la sensación de «mentirosos» que nos hizo tener el recepcionista.

También le conté que soy bloguera de viajes y que en un principio incluso recomendé los apartamentos pero que, obviamente, había tenido que contar a mi audiencia lo que estaba pasando. En ese aspecto el director no me contestó absolutamente nada.

A través de Twitter, la cadena Staycity se lo hizo llegar al manager, ya que no me podían dar directamente su correo. La misma noche que mandé el email me contestó el director, pidiéndome disculpas, explicando que se había hecho el procedimiento adecuado y diciéndome que hablaría personalmente con todo el personal de recepción para que mejoraran su actuación en estos casos. Vamos, un correo bastante impersonal y clásico pero correcto.

 

Las cosas no se hacen así

Que entren a robar en un hotel es algo que puede pasar, yo de eso en ningún momento culpo al hotel como ente, pero el problema es que no se sepa reaccionar correctamente. El trato que el recepcionista de noches nos dio durante toda la semana fue deplorable.

En todo momento su forma de hablarnos y lo que nos decía daba a entender que no nos creía, que el hotel no iba a hacer nada porque no creía que hubieran robado y que si quería hacer algo yo tendría que buscarme la vida y hablar por mi cuenta con la policía. Yo simplemente buscaba empatía y apoyo en el hotel, ni les pedí en ningún momento el dinero robado, y sin embargo me sentí totalmente desprotegida e incluso insegura durmiendo allí.

Nosotros nunca perdimos la calma ni la educación, siempre que íbamos a hablar con él acabábamos con un ‘gracias, buenas noches’ y él ni nos contestaba. Sin embargo, cuando habló por teléfono con la policía, educadísimo, al igual que con el resto de clientes.

Yo misma, al igual que los amigos con los que viajé, pues todos hemos estudiado Turismo, he trabajado de recepcionista en un hotel y sé cómo hay que tratar a los clientes. De forma ajena a lo que tú opines o pienses, siempre tienes que mostrarte educado y empático, hacer que el huésped se siente bien, pues no estás dando una imagen de ti mismo, sino de todo el hotel al completo.

 

Algo huele mal

Lo que más me chirrió de todo el asunto es la forma en la que nos robaron. Cuando volvimos a nuestra habitación el día del robo nada indicaba que hubieran entrado a robar. Todo estaba en su sitio. Además, lo más raro es que se llevaran solo una parte de nuestro dinero, en vez de todo.

Todo esto me hace pensar que fue alguien del personal, ya que si entra un ladrón de fuera, lo que hace es llevarse todo lo que puede y rebuscar en todos los sitios. Sin embargo, habían robado de forma que lo normal es que no nos hubiéramos dado ni cuenta. Además, quien cogiera el dinero no era la primera vez que lo hacía. El dinero no estaba para nada a la vista, estaba escondido y guardado en diferentes sitios.

 

Consejos si roban en tu habitación

Tras haber sufrido esta situación, si desgraciadamente a vosotros os pasa alguna vez, lo que os aconsejó es que lo pongáis en conocimiento del hotel en cuanto os deis cuenta. Que por supuesto os aseguréis de que os han robado y no has guardado las cosas en otro sitio, pero que si estáis seguros, pongáis en conocimiento del hotel la situación.

También tenéis que insistir en que el hotel se haga cargo de la situación. Ha ocurrido en su hotel, aunque no se hagan responsable de los bienes desaparecidos, sí que tienen que hacerlo de comenzar la investigación y de apoyaros en todo momento para llegar al fondo del asunto. Si notáis que el hotel no está haciendo nada o que algo parece raro, por supuesto llamad a la policía para que quede la mayor constancia posible de lo ocurrido. Además, si vais a notificarlo a algún tipo de seguro, necesitaréis una denuncia como prueba de lo acontecido.

 

Por último, haced uso de las redes sociales. Aunque suene feo, a veces no te hacen caso si no haces un poco de ruido. Yo, como al día siguiente no recibía ninguna llamada, tuiteé lo que había pasado. En cuanto puse un tuit mencionando a la cadena hotelera me hablaron por privado y se interesaron enseguida por lo ocurrido, poniéndolo en conocimiento del manager.

Espero que nunca tengáis que pasar por una situación así, pero si ocurre, mantened la calma e intentad disfrutar del viaje, al fin y al cabo, el dinero es lo de menos, tratad de olvidaros un poco de la situación y aprovechad el tiempo que tengáis en el destino.

 

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7 comentarios

Marina [los pobres también viajamos] 31/01/2019 - 8:21 pm

Vaya putada, ya no por el dinero sino por el mal trago que pasas, y porque te tuerce un poco la experiencia del viaje.

No entiendo la actitud del hotel, a no ser que haya algo sospechoso en su trato hacia vosotros. Sin duda, me lo pensaré un par de veces antes de apoyarme allí…

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Eva 02/02/2019 - 4:10 pm

Así es, el fastidio es que se te tuerzan un poco los planes estando de viaje, pero bueno, al menos fue poco. La verdad es que el trato que recibimos huele muy mal, aquí hay gato encerrado…

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Carmen 05/02/2019 - 8:36 pm

¡Que horror! Una cosa así te puede arruinar el viaje, y más cuando acabas prácticamente de llegar.
Respecto al trato que os dieron en el hotel… y su falta de tacto, sinceramente no me sorprende y más sabiendo, cómo se comportan algunos de sus conciudadanos en España al estafar a hoteles, restaurantes, etc. Me parece muy triste y lamentable.

Después de tu experiencia, iremos con más cuidado. Lo que más me alucina es que el hotel puede saber perfectamente quien tiene acceso a las habitaciones.

Un cordial saludo.

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Eva 06/02/2019 - 2:38 pm

Pues sí fue un susto pero bueno, pudimos disfrutar del viaje de todas formas.
Precisamente el recepcionista que tan mal nos trató no era británico y la que nos trató genial sí. No creo que la nacionalidad esté relacionada con la falta de tacto.
A las habitaciones no se entraba con tarjeta, sino con llave normal, por eso yo creo que será más difícil pillar a quien haya sido, ¡espero estar equivocada!

¡Un saludo!
Eva

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Isabel Resina 19/07/2020 - 5:37 pm

Pues vaya putada. Nosotros nos alojamos en los mismos apartamentos y la verdad q muy bien, nos arreglaron unos desperfectos cuando no estábamos pero no echamos nada en falta. No recuerdo si tenía caja fuerte pero si la hay y dejamos algo en el apartamento solemos usarla. Mi experiencia fue muy buena incluso hice una reseña positiva en el blog.

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Eva 19/07/2020 - 8:15 pm

Me alegro mucho de que tu experiencia fuera buena. Los apartamentos en sí a mí me gustaron mucho, pero tras una experiencia así, no puedo más que contarla. Claramente la mayoría de los clientes no sufrirán un robo, nosotros tuvimos esa mala suerte, y por lo que supe más tarde, parece ser que no fuimos los únicos en una temporada.

¡Un saludo y gracias por tu comentario!
Eva

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Carmen 06/02/2019 - 5:51 pm

¡Hola Eva!
Creo que o bien me exprese mal o no me entendiste y quisiera aclarar el mal entendido. 🙂
No me refería a la falta de tacto, sino a la picaresca y a las forma lamentable de comportarse, de esa minoría de británicos que hacen tanto ruido, e intentan estafar a hoteles restaurantes y demás. ¡Insisto que es una minoría!
Las generalizaciones siempre son odiosas e injustas, por eso comente que eran unos pocos británicos (minoría). Y si algo tengo muy claro, es que el mundo esta lleno de buenas persona, independientemente de su nacionalidad.

Un cordial saludo

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